Los Peligros de la

Teología Reformada


El Peligro de Enseñar que Cristo

Murió sólo por los Elegidos


Para un estudio más detallado sobre la extensión de la expiación ver ¿Por quién murió Cristo?—Una Defensa de la Expiación Ilimitada y La Obra de Cristo en la Cruz— ¿Es Limitada o Ilimitada?


Esto se conoce comúnmente como la creencia en una “expiación limitada” (algunos hombres Reformados prefieren llamarla “expiación determinada”). Es la enseñanza de que Cristo murió en la cruz y pagó la pena solamente por los pecados de los elegidos. EL no murió por aquellos que finalmente terminarán en el lago de fuego. Muchas veces se formula como sigue: “Cristo murió por todos los hombres SIN DISTINCIÓN, pero ÉL no murió por todos los hombres SIN EXCEPCIÓN”. Este es un sutil juego de semántica que les posibilita decir que ÉL murió por todos, sin querer decir realmente que ÉL murió por todos. Lo que ellos quieren decir en realidad es que Cristo murió por toda clase de gente y por gente de toda condición, pero que ÉL no murió por cada individuo en particular. Es decir, ÉL murió por judíos y gentiles, ricos y pobres, esclavos y libres, hombres y mujeres, etc., pero se entiende que ÉL murió solo por los judíos y gentiles elegidos, sólo por los ricos y pobres elegidos, etc.

 

El Dr. Paul Reiter ha resumido en forma clara y simple la enseñanza de las Escrituras sobre esta materia. ¿POR QUIÉN MURIÓ CRISTO?

 

ÉL MURIÓ

 

1. Por todos (1 Ti.2:6; Isaías 53:6)

2. Por cada hombre (He.2:9)

3. Por el mundo (Juan 3:16)

4. Por los pecados de todo el mundo (1 Juan 2:2)

5. Por los impíos (Rom.5:6)

6. Por falsos maestros (2 Pedro 2:1)

7. Por muchos (Mateo 20:28)

8. Por Israel (Juan 11:50-51)

9. Por la Iglesia (Efesios 5:25)

10. Por “mí” (Gálatas 2:20).

 

 Es evidente que el Calvinista extremo tiene que ignorar el lenguaje claro y el sentido obvio de muchos pasajes y que tiene que forzar las Escrituras y adaptarlas a su modelo teológico. La expiación limitada puede parecer lógica y razonable, pero la verdadera prueba es ésta: ¿ES BÍBLICA?  “¿Qué dicen las Escrituras?” (Rom. 4:3). Con una fe sencilla, como la de un niño, debemos dejar que la Biblia diga simplemente lo que dice.

 

Los que promueven esta doctrina errónea tratan de decirnos que “mundo” realmente no significa “mundo” y que “todos” realmente no significa “todos” y que “todo hombre” realmente no significa “todo hombre” y que “todo el mundo” realmente no significa “todo el mundo”. Se nos dice que versículos tan sencillos como Juan 3:16 e Isaías 53:6 no deben entenderse como los entendería un niño, sino como los entendería un teólogo. Es decir, debemos reinterpretar esos versículos a la luz de nuestro sistema teológico.

 

La verdadera doctrina de la expiación podría expresarse como sigue:

 

Las Escrituras enseñan que el sacrificio del Cordero de Dios involucró el pecado del mundo (Juan 1:29) y que la obra de redención del Salvador (1 Ti.2:6; 2 Pedro 2:1), de reconciliación (2 Co.5:19) y de propiciación (1 Juan 2:2), fue por todos los hombres (1 Ti. 4:10), pero que la obra de la cruz de Cristo es eficaz y válida y aplicable solamente para quienes creen (1 Ti.4:10; Juan 3:16). Podríamos decirlo de una manera aún más sencilla: “La muerte de Cristo fue SUFICIENTE PARA TODOS pero es EFICIENTE solo para quienes creen”. La obra de la cruz de Cristo no es limitada, pero la aplicación de esa obra por la operación del Espíritu Santo está limitada sólo para los creyentes.

 

El Calvinista extremo diría que la cruz fue designada sólo para los elegidos y que no tenía propósito para los “no-elegidos” (los incrédulos persistentes). Pero la muerte del Hijo de Dios tenía una intención y un propósito divino para ambos grupos. Para los elegidos, la intención de Dios era salvación de acuerdo con Su propósito y gracia en Cristo Jesús desde antes de la fundación del mundo (2 Ti.1:9; 2 Ts.2:13). Para los incrédulos, el propósito y la intención es dejar al incrédulo sin excusa. Los hombres son CONDENADOS porque han rechazado la Persona y la OBRA de Jesucristo y rechazaron el único remedio de Dios para el pecado (Juan 3:18; 5:40). Los incrédulos nunca podrán decir que no se hizo provisión para su salvación y que no les fue ofrecida. Jamás podrán estar antes Dios y decir, “La razón por la cual no soy salvo es porque Cristo no murió por mí”. No, la razón por la cual no son salvos es porque rechazaron a Aquel que murió por ellos y que es el Salvador de todos los hombres (1 Ti.4:10). Están sin excusa.

 

Este no es un asunto meramente académico. Es extremadamente práctico. Afecta el corazón mismo del evangelio y su presentación. El evangelio que predicaba Pablo a la gente no salva de Corinto era este: “Cristo murió por nuestros pecados” (1 Co.15:3). ¿Tenemos realmente        un evangelio de buenas nuevas para todos los hombres (comparar Lucas 2:10-11)? Al predicar el evangelio, ¿qué podemos decir a una persona no salva? ¿Podemos decir, “mi amigo, el Señor Jesucristo murió por ti? ¿ÉL pagó el castigo por tus pecados? ¿ÉL murió como tu Sustituto”?

 

Un escritor Reformado dijo ésto:

 

Pero los consejeros, como cristianos, están obligados a presentar las demandas de Cristo. Tienen que presentar las buenas nuevas que Cristo Jesús murió en la cruz en lugar de los Suyos, que Él llevó la culpa y sufrió la pena por sus pecados. ÉL murió para que todos los que el Padre le dio vengan a ÉL y tengan vida eterna. Como un cristiano reformado, el escritor cree que los consejeros no pueden decir a un aconsejado no salvo que Cristo murió por él, PORQUE ELLOS NO PUEDEN DECIR ESO. Nadie sabe, excepto Cristo Mismo, quienes son Sus elegidos por quienes ÉL murió (énfasis añadido). [Jay AdamsCapacitado para Orientar).

 

Como ha dicho C.H. Mackintosh, “Un discípulo de la alta escuela de doctrina (calvinismo extremo) no oirá un evangelio mundial- un evangelio del amor de Dios por el mundo—de buenas noticias para toda criatura bajo el cielo. El tiene un solamente mensaje para los elegidos”.

 

¿Cómo podemos ofrecer sinceramente a los hombres algo que no ha sido provisto para ellos? ¿Cómo podemos ofrecerles un don gratuito, si el don no ha sido adquirido para ellos? ¿Cómo podemos instarles a beber de la fuente de vida, si el agua no ha sido provista para ellos? ¿Cómo podemos decirles que sean salvos, si el Señor Jesucristo no ha provisto para su salvación? ¿Cómo podemos decirla a una persona, “Toma la medicina y serás sanado” si no hay medicina para tomar y no hay sanidad provista? W. Lindsay Alexander explica: “Sobre este supuesto (el de una expiación limitada), las invitaciones y promesas generales del evangelio no tienen una base adecuada, y parecen ser una mera burla, en breve, una oferta de algo que no ha sido provisto”. [W. Lindsay  Alexander, Un Sistema de Teología Bíblica].

Si el predicador Reformado fuera realmente honesto en cuanto a ésto, el debería predicar su “evangelio” dentro de estas líneas:

 

“Quizás Cristo murió por ti”.

 

“Quizás Dios te amó tanto”.

 

“Cristo derramó Su sangre por ti, quizás”.

 

“La salvación ha sido provista para ti, tal vez”.

 

“Posiblemente Dios encomienda Su amor hacia ti”.

 

“Esperamos que ÉL sea la propiciación por tus pecados”.

 

“Es posible que Cristo muriera como tu Sustituto”.

 

“Tal vez te traiga buenas noticias”.

 

“Es posible que Cristo muriera por ti. Si llegas a ser salvo, sabremos que ÉL murió por ti, pero si continúas rechazándole, entonces ÉL no murió por ti”.

 

“Cristo murió por ti solamente si tú crees que ÉL murió por ti (demostrando que eres un escogido), pero si no crees esto y continúas en tu incredulidad hasta el día de tu muerte, entonces Cristo no murió por ti”.

 

Los que sostienen una expiación limitada o determinada no presentan el evangelio de esta manera, pero ¿una presentación así, no sería consistente con su teología? ¿No sería esta una manera correcta y prudente y sincera de compartir el evangelio? Un calvinista extremo debe ser muy cuidadoso de como presenta la obra de la cruz de Cristo a una persona no salva, porque nunca puede estar realmente seguro si Cristo proveyó salvación para esa persona. Como ha dicho Robert Lightner, “Creer en una expiación limitada significa que las buenas nuevas de la gracia salvadora de Dios en Cristo no puede ser personalizada. Los que sostienen tal posición no pueden decirle a una persona a la que están testificando que Cristo murió por ella porque esa persona puede, de hecho, ser alguien por quien Cristo no murió”. [Esta cita es de un artículo de Robert Lightner del libro, Walwoord: A Tribute, p.166].

 

John Bunyan hizo la siguiente observación: “La oferta del Evangelio no puede, con el permiso de Dios, ser ofrecido más allá de la muerte de Cristo, porque si es quitada, no hay en realidad Evangelio ni gracia (Bunyan’s Works). En otras palabras, ¿cómo puedes ofrecer a alguien el Evangelio si no sabes acaso Cristo murió por esa persona? ¿Cómo podemos ofrecer a un pecador algo que no ha sido provisto? Como dijo Lightner, “Ningún axioma parece más cierto que si una salvación es ofrecida, eso implica que la salvación ha sido provista”. [Robert Lightner, The Death Christ Died, p.114).

 

Boettner dice: “Redención universal significa salvación universal” (citado por Lightner, The Death Christ Died, p.96). El Calvinismo extremo sostiene que Cristo tiene que salvar a todos por quienes ÉL murió. Ellos razonan así: si Cristo murió por todos, entonces todos tiene que ser salvos”. Pensemos en la lógica de tal razonamiento. Esto sería como decir, “si la medicina está al alcance de todos, entonces todos tienen que ser sanados”. Obviamente que esto es falso. La medicina, aunque esté disponible, no hará ningún, bien a menos que sea tomada. “Hay más que suficiente agua fresca para toda persona sedienta en el pueblo”. ¿Significa ésto que toda persona en el pueblo tendrá su sed aplacada? Sólo si cada persona bebe. Tenemos que hacer una diferencia entre la redención realizada y la redención aplicada.

 


¿Por Quién Murió Cristo?

 

Una Defensa de la Expiación Ilimitada

 

 

 

 

Respuesta a Algunas Objeciones Comunes

“El mensaje del evangelio nada tiene que ver con la amplitud de la expiación.”

 

J.I.Packer argumenta que la amplitud de la expiación no tiene nada que ver con el evangelio: “Lo que debe decirse de la cruz al predicar el evangelio, es simplemente que la cruz de Cristo es la base sobre la cual es otorgado el perdón de Cristo. Y esto es todo lo que ha de decirse. La pregunta sobre la extensión de la expiación no viene al caso… El evangelio no es “cree que Cristo murió por los pecados de todos, por lo tanto también por los tuyos.”

 

Al contrario de lo que Packer afirma, Pablo nos dice que el corazón del mensaje del evangelio que él predicaba a los corintios no salvos (incluso a muchos corintios no elegidos) era éste: “que Cristo murió por NUESTROS PECADOS (los tuyos y los míos)”. Ver 1 Corintios 15:1-3. Si este era el evangelio que predicaba Pablo, ¿no debería ser el evangelio que nosotros predicamos? Quisiéramos preguntar a J.I.Packer y a otros que limitan la expiación lo siguiente: ¿Puede acercarse a una persona inconversa y decirle con sinceridad de corazón, “Amigo, tengo buenas nuevas para ti. Jesucristo murió por ti. ÉL pagó el castigo por tus pecados”?

 

 

“¿Qué de los pasajes que limitan la muerte de Cristo a un grupo selecto?”

 

Es cierto que hay pasajes que hablan de Cristo muriendo por Su iglesia, por Sus ovejas, por los Suyos. “Cristo amó a la iglesia y se entregó a Sí Mismo por ella” (Efesios 5:25). “Cristo nos amó y se entregó a Sí Mismo por nosotros” (Efesios 5:2). “Yo soy el buen pastor; el buen pastor su vida da por las ovejas” (Juan 10:11). Tales pasajes no pueden usarse como argumento de que Cristo murió solamente por la iglesia y solamente por los elegidos. De igual manera alguien podría argumentar de Gálatas 2:20 que Cristo murió solamente por el apóstol Pablo. ¡Cuán absurdo!

 

Richard Baxter, en su libro Universal Redemption of Mankind (Redención Universal de la Humanidad), dice que “no hay un solo texto en la Escrituras que diga que Cristo no murió por todos o que Cristo solo murió por Sus Escogidos, o alguna cosa similar” (p.275). No es suficiente que los redencionistas limitados encuentren versículos que digan que Cristo murió por la iglesia o por los suyos, etc. Con esto estamos todos de acuerdo. Para probar una expiación limitada ellos deberían encontrar también versículos que digan claramente que Cristo murió solamente por la iglesia y solamentepor los suyos y por nadie más. Pero no existe tal afirmación en las Escrituras.

 

“Y dará a luz un hijo, y llamarás Su nombre JESÚS, porque ÉL salvará a Su pueblo de sus pecados” (Mateo 1:21). A menudo se cita este versículo como prueba de que Cristo murió solamente por “Su pueblo”. Este versículo dice que “ÉL salvará a SU PUEBLO” de sus pecados,” pero debemos ejercer cautela antes de igualar a “SU PUEBLO” con los elegidos. De acuerdo con Mateo 2:6, “SU PUEBLO” es Israel, no solo el Israel escogido. Cristo vino a salvar a las ovejas perdidas de la casa de Israel (Mateo 10:6), sin embargo muchas de esas ovejas perdidas no quisieron creer (Mateo 10:14-15). ¿Es posible que Dios llame a alguna gente “LOS SUYOS” y que algunos de ellos sean incrédulos endurecidos? La respuesta se encuentra en Juan 1:11: “A lo suyo vino, y LOS SUYOS no le recibieron.” El pueblo de Dios, el pueblo judío, en su mayoría rechazó a su Salvador. Pero nunca debemos olvidar que las buenas nuevas del Salvador de Dios es “PARA TODO EL PUEBLO” (Lucas 2:10-11). Cristo salvará a todo el pueblo en un sentido provisorio, porque ÉL proveyó salvación para todos. En un sentido especial, Él salvará realmente solo a los que confían en Su obra acabada en la cruz.

 

Notas de interés en cuanto a Mateo 1:21 y Lucas 2:10:

 

Comentando sobre Mateo 1:21, Calvino- al contrario de casi todos los “calvinistas”—entendió que “su pueblo”, al que Jesús “salvaría de sus pecados”, era la nación judía, no los elegidos (ver el comentario de Calvino sobre los Evangelios Sinópticos, que fue uno de sus últimos escritos, que fue publicado originalmente en 1563. Calvino murió al año siguiente, a la edad de 54 años).

 

El comentario de Calvino sobre Lucas 2:10 es de interés. El creía que “todo el pueblo” se refería al pueblo judío (no solo a los judíos elegidos), y por aplicación a “toda la raza humana”. Estos son sus comentarios: “Dios invita a todos indiscriminadamente a la salvación por el evangelio, pero la ingratitud del mundo es la razón por la cual su gracia, que es igualmente ofrecida a todos, es disfrutada por pocos. Aunque este gozo está restringido a pocas personas, sin embargo, con respecto a Dios, se dice que es común. Cuando el ángel dice que este gozo es para todo el pueblo, está hablando del pueblo escogido solamente; pero ahora que la pared intermedia de separación” (Efesios 2:14) ha sido derribada, el mismo pasaje se refiere a toda la raza humana (Commentary on a Harmony of Evangelists, Matthew, Mark and Luke by John Calvin, vol.I Baker Book House reprint, 1979, pp.115-116). 

 

 

“Cristo murió por todos los hombres SIN DISTINCIÓN, pero él no murió por todos los hombres SIN EXCEPCIÓN.”

 

Para los que creen en una expiación limitada, esta es una manera muy ingeniosa de decir que Cristo murió por todos, aunque ellos no quieren decir realmente que ÉL murió por todos. Cuando dicen que Cristo murió por todos los hombres SIN DISTINCIÓN, ellos quieren decir que Cristo murió por toda clase de hombres. ÉL murió por los hombres (elegidos) y por las mujeres (elegidas). ÉL murió por esclavos (elegidos) y por libres (elegidos). ÉL murió por judíos (elegidos) y por gentiles (elegidos). Pero ellos insisten en que ÉL no murió por todos los hombres si excepción, porque ellos creen que ÉL murió solamente por los escogidos. Hebreos 2:9 enseña que Cristo murió por todos los hombres sin excepción. Isaías 53:6 enseña que ÉL fue cargado con los pecados de todos nosotros.

 

 


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¿Cristo murió por todo el mundo, o solamente parte de ello?

El calvinismo enseña que Cristo vino a morir para solamente a los redimidos. Para ellos, la decisión del destino eterno de cada persona fue hecha por Dios en la eternidad pasada antes de la creación del mundo. Ellos promueven este concepto porque va mano en mano con sus conceptos de incapacidad humana de arrepentirse, de creer en Jesucristo, y de actuar en cualquier forma para ser salvo. Prácticamente estos conceptos estorban y desaniman los inconversos a venir a Cristo en lugar de animarles a aceptar a Jesucristo. Plenamente el calvinista declara “ningún hombre puede aceptar a Cristo como su Salvador porque es incapaz.”

 

La Biblia nos exhorta constantemente al arrepentirse de sus pecados y seguir el camino de justicia para que sea salvo. Además Dios nos exhorta de confiar y recibir (una acción completamente en nuestro poder y habilidad) en Jesucristo como nuestro Salvador personal. Según el calvinista, Cristo murió solamente por los pecados de los redimidos, no por los pecados de todo el mundo. Porque este no es muy popular (ni se puede defender esta posición de la Biblia) muchos calvinistas tratan de “suavizar” esta posición por decir que Cristo murió por todo el mundo, pero la muerte de Cristo es eficiente o “eficaz” (“gracia eficaz”, término de ellos) para solamente los elegidos. Los calvinistas proponen “otro evangelio” y “otra doctrina” que no fuera entregado a los apóstoles.

Ofertas de Salvación a cualquiera

Matt 7:7 Pedid, y se os dará; buscad, y hallaréis; llamad, y se os abrirá. 8 Porque todo aquel que pide, recibe; y el que busca, halla; y al que llama, se le abrirá.

John 6:51 Yo soy el pan vivo que descendió del cielo; si alguno comiere de este pan, vivirá para siempre; y el pan que yo daré es mi carne, la cual yo daré por la vida del mundo.

Isa 45:22 Mirad a mí, y sed salvos, todos los términos de la tierra.

Rom 10:13 porque todo aquel que invocare el nombre del Señor, será salvo.

Si Dios salva solamente a los elegidos antemano por Él, entonces este tipo de oferta le hará a Dios un mentiroso. Alguien no elegido viene a Dios deseando la salvación, y Dios no le respondería. Pero la Biblia nos presenta claramente la oferta de Dios que es hecho a cualquiera, sin calificación, sin respeto a si uno es elegido o no. A TODOS los que están bajo el sufrimiento del pecado pueden buscarle a Dios, pedirle por la salvación, y le será dado la salvación. La promesa de Dios es que Dios está listo para salvarnos, y se detiene esperando nuestra voluntad de cambiar hacia a Él. Claro que hay pasajes que hablan de que murió “por nosotros” o “por nuestros pecados” porque es la fe de un creyente que la obra de Jesús en la cruz es para todo el mundo, lo cual soy parte de ello. El creyente se incluye como parte de esta obra, y su fe en esto es lo que le salva, y en sí, la salvación es este parecer en el creyente que la obra de Jesús para él es “preciosa” (1Pe 2:7 “para vosotros pues los que creéis, él es precioso”). Igualmente Jesús es el Salvador del mundo (Jn. 4:42), que es el Salvador de Israel (Hch 13:23). Compare 1Tim 4:10; Hch 20:28.

Mateo 11:28 “Venid a mí todos los que estáis trabajados y cargados, y yo os haré descansar.” Si Jesús habló con pecadores de su día con la libre oferta de salvación a quien responde, así debemos nosotros entender las cosas y hacer igual. La salvación no depende en una lotería divina, sino en que cada persona responde a la oferta de Dios, (1) arrepintiéndose de sus pecados y (2) poniendo su fe en Jesucristo. Juan 1:12 dice claramente que Dios nos da el poder de ser hecho un hijo de Dios, si le recibimos (“a todos los que le recibieron…”). No hay referencia a una elección o predestinación para que Dios le dé potestad de ser hechos hijos de Dios sino A TODOS que le reciben le da poder. Tu le recibes, Dios te da el poder de ser regenerado.

Luc 13:3 Os digo: No; antes si no os arrepentís, todos pereceréis igualmente.

Juan 3:15 para que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna. 16 Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna. 17 Porque no envió Dios a su Hijo al mundo para condenar al mundo, sino para que el mundo sea salvo por él.

Jn 3:17 Porque no envió Dios a su Hijo al mundo para condenar al mundo, sino para que el mundo sea salvo por él. 18 El que en él cree, no es condenado; pero el que no cree, ya ha sido condenado, porque no ha creído en el nombre del unigénito Hijo de Dios.

Jesús declara que “el mundo” es salvo por Jesús que entró en el mundo para morir. Aunque la salvación es dado al mundo, el punto que determina si uno es “eficazmente” salvo o no (para usar un término calvinista), es si cree o no.

Lo importante es de fijar en que la doctrina de la Biblia declara que hay una acción de nuestra parte para ser salvo. Esta acción es arrepentimiento y fe (o creer) en Jesucristo. A la verdad, los dos son uno, porque el arrepentimiento es de dejar la forma de vivir vieja para seguir a Jesucristo, el Salvador, nuestro patrón moral, en Su moralidad y principios morales.

La obra de Jesús es para todo el mundo

Calificamos esto con primero que se vale la muerte de Jesús para todo el mundo. Dios puso el propósito de la muerte de Jesús en la cruz que es para todo el mundo. A la vez, la condición que hace uno actualmente salvo no es la elección sino la fe en Jesús, “en (Jesús) es justificado todo aquel que cree en él” Hechos 13:39.

Juan 1:29 “el Cordero de Dios, que quita el pecado del mundo”. 1Ti. 2:6 “el cual se dio a sí mismo en rescate por todos.” 1Jn. 2:2 “él (Jesús) es la propiciación por nuestros pecados; y no solamente por los nuestros, sino también por los de todo el mundo.” 1Ti 4:10 “porque esperamos en el Dios viviente, que es el Salvador de todos los hombres, mayormente de los que creen.” 1Jn 4:14 Y nosotros hemos visto y testificamos que el Padre ha enviado al Hijo, el Salvador del mundo.

Heb 2:9 “Jesús… a cuasa del padecimiento de la muerte, para que por la gracia de Dios gustase la muerte por todos.” Este versículo es muy importante porque la muerte de Cristo es “por todos”, y esto es vinculado con “la gracia de Dios.” O sea, la gracia es el regalo dado a todos, no nada más unos.

Según Jn 3:16, Dios amó al mundo, no a nada más a los elegidos, entonces por este amor para todo el mundo, envió a su hijo… En Hechos 4:12, hay un solo nombre dado a los hombres para ser salvo. Es “a los hombres” en general, y no a los elegidos solamente.

2Co 5:14 Porque el amor de Cristo nos constriñe, pensando esto que si (desde o porque) uno murió por todos, luego todos murieron; El argumento de Pablo se base sobre el hecho de que la muerte de Jesucristo era para todos. 2Co 5:19 “Dios estaba en Cristo reconciliando consigo al mundo, no tomándoles en cuenta a los hombres su pecados.” De nuevo vemos que la Biblia enseña y habla sencillamente de la obra de Cristo es para todo el mundo, y usa términos generales para la humanidad (“a los hombres”).

En 2Pe 2:1 Pedro comenta sobre los falsos profetas, que siempre en la Biblia son reconocidos y tratados como personas no salvas, y dice Pedro de ellos, “aun negarán al Señor que los rescató”. Según Mat. 10:28-29, de negar a Cristo es de no ser salvo, pero aun Pedro admitiendo que estos no son salvos, Pedro dice, que Jesús “los rescató.” La provisión es hecha, pero ellos no tomaron parte de ella.

Jesús murió por los impíos

Rom. 5:6 “Porque Cristo, cuando aún éramos débiles, a su tiempo murió por los impíos.”

Es importante de fijar que Dios no nos trata como ya salvos, limpios, justos, y santos hasta después que tenemos fe salvador. El calvinista se confunde en mezclar la elección de Dios en Su omnisciencia y presciencia (de conocer el futuro) con cómo Dios trata las cosas en el tiempo. Nadie es salvo hasta que tiene fe en Jesucristo. El enfoque, énfasis, y punto crucial es de entregar su corazón a Jesús en arrepentimiento y fe. Toda la Biblia se enfatiza este punto, y no la elección, predestinación, ni cosas “afuera de nuestro control.”

El calvinista quiere imputar a Dios que en una forma, Dios mismo estorba y detiene la salvación de la mayoría del mundo. Esta es de acusar falsamente a Dios, de blasfemar a Dios. 1Ti 2:4 el cual (Dios) quiere que todos los hombres sean salvos y vengan al conocimiento de la verdad. Al contrario de esta calumnia de ellos, Dios atrae y ilumina a todo el mundo. Juan 12:32 “Y yo, si fuere levantado de la tierra, a todos atraeré a mí mismo.” Juan 1:9 “Aquella luz verdadera que alumbra a todo hombre.” El calvinista enseña doctrina que es pura mentira y calumnia a Dios y Su propósitos.

Conclusión

Los calvinistas simplemente predican una doctrina o filosofía que es “otro evangelio” que Dios no nos dio en las Sagradas Escrituras. Según el calvinista, en una forma el evangelio es solamente para los elegidos. Pero Dios nunca nos manda a predicar el evangelio a solamente los elegidos. ¿Cómo vamos a discernir quienes son? No. Dios nos manda, “Id por todo el mundo y predicad el evangelio a toda criatura. El que creyere y fuere bautizado, será salvo; mas el que no creyere, será condenado” Marcos 16:15-16. Entendemos que el bautismo en agua aquí es una confesión pública de su fe, que consta con pasajes como Romanos 10:9 “si confesares con tu boca que Jesús es el Señor, y creyeres en tu corazón que Dios le levantó de los muertos, serás salvo.” O sea, la diferencia entre el calvinista y la Biblia es que el calvinista dice que la cosa que determina si una persona es salvo o no es la elección de Dios, y no tiene nada de ver con el individuo. Pero la Biblia dice que si aceptas, recibes, y crees en Jesucristo como tu Salvador, será salvo. La Biblia plantea muy claramente que el destino eterno es determinado por tu arrepentimiento (dejando lo malo y inútil respeto a la salvación), y tu acción de fe en Jesucristo.