Miriam hermana de Moises                  y Aaron


María o Miriam [hermana de Moisés] (1579 a.C. -1452 a.C.).

 

Profetisa y cantora de Israel, hermanastra de Moisés y hermana de Aarón, nacida en Egipto hacia el 1579 a.C. y muerta hacia el 1425 a.C. Hija de Amram y Yokebed, ambos de la tribu de Leví. Según el relato bíblico fue ella quien, a pesar de su edad avanzada, inició las danzas y los cantos para dar gracias a Dios por el milagroso paso del Mar Rojo que permitió al pueblo de Israel escapar de Egipto. María se encontraba a la cabeza de las mujeres del pueblo de Israel.

María era bastante más mayor que Aarón y que Moisés, tal y como se desprende del hecho de que su madre Yokebed, le encargarse cuidar de su hermanastro Moisés. La primera aparición de María en el relato bíblico quizá aparezca en Éxodo 2:3,4, cuando se narra como Yokebed deja a Moisés en el Nilo para salvarle de las iras del faraón. Pese a que fue Miriam quien salvó la vida de Moisés, parece ser que estuvo más unida a su hermano Aarón, probablemente debido a que ambos se criaron juntos mientras Moisés permanecía en el exilio forzoso de Madián. La figura de María no vuelve a aparecer hasta que el pueblo de Israel se encuentra en su largo peregrinaje por el desierto.

Ya en el desierto, María, junto con su hermano Aarón criticaron a Moisés por la forma en que éste había dirigido al pueblo en la travesía por el desierto y por el hecho de haber contraído matrimonio con una etíope. Parece ser, así lo han interpretado los estudiosos bíblicos, que fue María la que instó a su hermano Aarón para enfrentarse con Moisés y que fue ella la que tomó la palabra y la que llevó el peso de dicho enfrentamiento. El enfrentamiento entre los hermanos se saldó con la expulsión temporal del campamento y, según la Biblia, con el castigo divino de la lepra para María por la deslealtad hacia su hermano. Al cabo de siete días, y al parecer por intercesión del Moisés, María fue perdonada y regresó al campamento, no obstante, el don de la profecía la había abandonado definitivamente. Desde este momento María desapareció por completo del relato bíblico y tan sólo se la vuelve a citar para decir que falleció en Cadés, en el desierto de Sin, poco antes de que los israelitas lograsen alcanzar la Tierra Prometida. Aparece citada en los pasajes bíblicos del Éxodo 15:20,21 y de Números 12,20.



Mujer Virtuosa

Muchas veces olvidamos que nuestro Temperamento influye todo lo que hacemos, y sobretodo, cómo lo hacemos. La última vez hablamos acerca de Risueña Sanguinea, un temperamento que a los ojos de la sociedad pareciera ser el ideal. Es risueña, alegre, participativa, audaz, amiguera, vive las emociones a flor de piel y disfruta de la vida. Sin embargo, también vimos las debilidades de Risueña
Risueña es poco diligente, perezosa e indisciplinada. Tiende a preocuparse más por su imagen, su persona y su situación. Si, su egolatría es la principal debilidad. 
"Perezosa ¿Hasta cuando has de dormir? ¿Cuando te levantarás de tu sueño? Un poco de sueño, un poco de dormitar, y cruzar un poco las manos para reposo; así vendrá tu necesidad como caminante, y tu pobreza como hombre armado." Proverbios 6:9-11
Hoy veremos la historia de una mujer audaz, obediente y servicial que transformo la historia de su nación. Profetiza, alegre y valiente… suena como la mujer ideal. Miriam (Marta) hermana de Aaron y Moises. Ella tenía un propósito eterno el cual no era fácil de cumplir pero su valentía y carisma la ayudaron a ser fiel a su Dios. 
Nacida en medio de la esclavitud de su pueblo. Siendo presa de la injusticia de un gobierno que dominaba a su nación. Criada por una madre (Jocabed) cuyo principal objetivo era servir al Dios de Israel. Miriam era una niña cuando fue llamada para servir a su Dios. 
"Yo te saque de Egipto y te redimí de la esclavitud. Envíe a Moisés, a Aarón y a Miriam para ayudarte."     Miqueas 6:4
Como ya conocemos la historia, poco antes de nacer Moisés, Faraón promulgó una ley que exigía que todos los recién nacidos israelitas fueran arrojados al Rio Nilo. Cuando Moises nació fue escondido tres meses y cuando ya no pudieron ocultarlo más fue colocado en una cesta y llevado al Rio Nilo bajo el cuidado de su hermana Miriam. En dicho momento, la hija del Faraón se bañaba en el río, cuando encontró a Moisés dentro de la cesta. Miriam se acercó y consiguió que la princesa encargara el cuidado de Moisés a su propia madre.
Miriam tomó la responsabilidad de seguir a su hermano. Fue valiente y se enfrento a la princesa. Fue astuta y carismática logrando conseguir que su propia madre cuidara de Moises. Gracias a que Miriam obedeció la vida de Moises fue salvada. 
Pero la historia de Miriam no termina ahi. El pueblo de Israel seguía siendo esclavizado por los Egipcios. Cuando Moises se hizo adulto comenzó a visitar a los esclavos. Un día al ver como un líder egipcio golpeaba a un supervisor hebreo, Moises lo mató y ocultó su cuerpo. Al ser delatado al faraón Moisés tuvo que huir de Egipto. Moises vivió en el desierto y como sabemos, por medio de una zarza ardiente Dios le ordenó liberar a su pueblo de la esclavitud con la ayuda de su hermano Aaron. 
Después de las siete plagas y de la visita del ángel de la muerte a Egipto, el Faraón decide liberar al pueblo judío y ellos salen en su camino. Poco tiempo después Faraón se arrepiente y decide ir tras ellos. Atrapados entre el ejército egipcio y el Mar Rojo, los hebreos se desesperaron, pero Dios dividió las aguas del mar, permitiendo a los hebreos cruzarlo con seguridad. Cuando los egipcios intentaron seguirlos, las aguas volvieron a su cauce ahogando a los egipcios.
¿Se pueden imaginar esto? ¿Cruzar el mar? Los judíos atravesaron el Mar Rojo completamente secos, atemorizados de los milagros y el poder de su Dios. Atemorizados de que el ejercito más grande de la historia (en ese tiempo) los venía persiguiendo con la intención de vengarse. Al cruzar vieron como el mar consumió a cada uno de los egipcios y ellos fueron salvados. Puedo imaginar el asombro que todos tenían al ver lo que acababa de pasar. 
 "Entonces la profetisa Miriam, hermana de airón, Tomó una pandereta. se puso al frente, y todas las mujeres la siguieron, danzando y tocando sus panderetas. Y Miriam entonaba este cántico: 
Canten al Señor, porque ha triunfado gloriosamente; arrojó al mar al caballo y al jinete". 
Exodo 15:20-21 
Miriam con su alegría y su valentía irrumpió el miedo que había en su pueblo y decidió alabar a su Dios. ¿Cuantas veces hemos presenciado un milagro en nuestras vidas y adoramos a Dios por ello? ¿Cuantas veces nos hemos atrevido a adorar a Dios en medio de una multitud? La alegría de Miriam contagió a su pueblo. Miriam dejó atrás el miedo y la vergüenza para agradar a Dios. 
Miriam sabía que había agradado a Dios. Sin embargo, como buena Sanguínea su egolatría tomo lo mejor de ella. Miriam y Aaron hablaron contra Moises. Miriam se queja de su hermano. Se queja de que ella no recibe el mismo reconocimiento que Moises tiene. Quiere tener toda la atención, está celosa de Moises.
"¿Porque pues no tuviste temor de hablar contra mi siervo Moises? Entonces la ira de Jehová se encendió contra ellos y se fue. Y la nube se fue del tabernáculo y he aquí que Miriam estaba leprosa como la nieve." Numeros 12: 8-10
Miriam fue expulsada del campamento siete días hasta que Dios la sanó y pudo volver. 
Es impactante la historia de esta mujer. Mujer valiente, alegre, obediente, carismática. Mujer que utilizó las fortalezas de su temperamento y confió en que podía ser utilizada por su Dios para transformar a su pueblo. Su alegría impacto a su nación. Sin embargo, se dejó consumir por sus debilidades. Dejó que la egolatría y las palabrerías tomaran lo mejor de si y fue castigada por ello. 
Imitemos sus virtudes, aprendamos de sus errores. Si tu eres Risueña como Miriam deleítate en el carisma que Dios te ha dado. Alégrate en Jehová. Disfruta de la vida y vive al maximo cada momento. Y recuerda que la egolatría y el hablar sin pensar pueden ser tus peores enemigos. Busca la sabiduría de Dios, abraza la prudencia que conlleva una vida consagrada a Él. 
"Sabiduría ante todo, adquiere sabiduría; y sobre todas tus posesiones adquiere inteligencia. Engrandécela y ella te engrandecerá; Ella te honrará cuando tu la hayas abrazado. Adorno de gracia dará a tu cabeza; Corona de hermosura te entregará." Proverbios 4: 7-9 



 

MUJERES DE LA BIBLIA 5. MARÍA (LA HERMANA DE MOISÉS) - GUÍA DE ESTUDIO

Éxodo 2:1-10; Éxodo 15:20, 21; Números 12:1-15; Números 20:1
Y María la profetisa, hermana de Aarón, tomó un pandero en su mano, y todas las mujeres salieron en pos de ella con panderos y danzas.”
Éxodo 15:20
            María, la hermana de Moisés, una mujer que pasó de lo más alto a lo más bajo a causa del pecado. Fue de gran ayuda para sus padres y su hermano Moisés y guió a las  mujeres en alabanza, pero cayó en picado al murmurar contra en contra de la autoridad de Moisés. Su vida representa una llamada de atención para todas nosotras.
Ella...
1. Echemos un vistazo a la familia de María. Lee Éxodo 6:20 y Números 26:59 ¿Cuál es el nombre de su padre, su madre y sus hermanos? ¿A qué tribu pertenecen? (Éxodo 2:1)
            Tribu de Leví – Originalmente, los sacerdotes y el personal del templo salían de los primogénitos de todas las familias de Israel (Éxodo 13:11-15). Después, Dios escogió a la tribu de Leví para hacerse cargo de estas responsabilidades (Números 3:11-13). Esto se debió a que fue la única tribu que apoyó a Moisés contra aquellos que adoraron el becerro de oro (Éxodo 32:25-29; Deuteronomio 10:6-9). Los levitas no tenían un territorio asignado, sino 48 ciudades repartidas por toda la tierra (Números 18:20; 35:1-8). El diezmo del resto de la nación se utilizaba para proveer para las necesidades de los levitas (Números 18:24-32)
2. Faraón había ordenado a las parteras que mataran a todos los niños varones de las hebreas que nacieran (Éxodo 1:15-16) ¿Qué hizo la madre de María cuando nació Moisés? (Éxodo 2:2) ¿Qué caracteriza a esta familia? (Hebreos 11:23)
           
3. ¿Qué pasó cuando ya no pudieron esconder más al niño? ¿Cuál fue el papel de María? (Éxodo 2:4-5)
            La madre de Moisés da un gran ejemplo de fe al confiar el bienestar del niño y su futuro a Dios solamente. Cuando Jocabed dejó ir la canasta, estaba renunciando a algo precioso, confiando en que Dios se haría cargo de su hijo.
4. ¿Quién encontró la canasta?¿Cómo intervino María y cuál fue el resultado? (Éxodo 2:5-10)
5. El capítulo 15 de Éxodo contiene un hermoso canto de liberación del pueblo de Israel exaltando la grandeza de Dios tras abrir el Mar Rojo ¿Qué se dice de María? (Éxodo 15:20-21)
            Las profetisas eran mujeres que servían como voceras de Dios. Además de Mariá, hay otras cuatro mujeres en la Biblia identificadas como profetisas: Débora (Jueces 4:4), Hulda (2 Reyes 22:14, Noadías, descrita como una “falsa profetisa” (Nehemías 6:14) y Ana (Lucas 2:36). Su ministerio variba en gran manera: María guiaba a las mujeres en alabanza, Débora combinabael oficio de profetisa con el de juez y Ana compartía las buenas nuevas del nacimiento de Jesús a la multitud.
6. La queja y la murmuración eran habituales en el pueblo de Israel mientras caminaban por el desierto (Lee Números 11). María no supo escaparse de eso, sino que también murmuró contra Moisés (Números 12:1-2) ¿Qué dijeron Aarón y María? ¿Qué deberían haber hecho si tenían algún problema con Moisés, y más teniendo en cuenta que los tres eran hermanos?
7. ¿Qué hizo Dios cuando escuchó a María y a Aarón?
~        Números 12:4-8
~        Números 12:9-10
            La lepra es una enfermedad infecciosa crónica, caracterizada principalmente por síntomas cutáneos y nerviosos, sobre todo tubérculos, manchas y úlceras. Los leprosos eran considerados “muertos vivientes”.
            ¿Por qué María sí y Aarón no? María es la que está hablando con Aarón, quien está escuchando. Así se deduce a partir del verbo femenino singular que utiliza el hebreo, indicando que fue María la que comenzó la crítica. Por eso Dios la castigó con dureza.
8. ¿Qué le dijo Aarón a Moisés? (Números 12:11-12) ¿Qué hizo Moisés? (Números 12:13)
9. ¿Qué sucedió con María? (Números 12:14-15) Lee también Números 5:1-4
10. La última referencia sobre María se hace en Números 20:1 ¿Bajo qué circunstancias?
            La muerte de María representa el cumplimiento de lo que Dios había prometido: que la generación que no quiso entrar en Canaán moriría en el desierto y que la que entraría sería la generación siguiente (Números 14:29-34). No hubo excepción para la familia de Moisés, sólo Josué y Caleb sobrevivirían de esa generación.
Yo...
1. Hablemos un poco sobre la fe:
            La Fe es la confianza de una persona en otra, particularmente de una persona en Dios. Es el concepto central del cristianismo. Sólo por fe entramos a la familia de Dios (Efesios 2:8-9). En el Antiguo Testamento la fe es descrita como “temor de Dios” (Génesis 20:11; Salmo 11:10), “confianza” 2 Crónicas 20:20; Salmo 4:5) y “obediencia” (Éxodo 19:5; 1 Samuel 15:22).
            ¿Por qué podemos confiar en Dios? Salmo 2:12; Salmo 34:22; Salmo 115:9; Proverbios 16:20; Isaías 26:3; Jeremías 17:7-8; Oseas 12:6
            ¿Cuál es tu grado de confianza en Dios? ¿Qué crees que puedes hacer para profundizarla?
2. Con el relato del nacimiento de Moisés vemos a una familia unida ¿Crees que es importante la unidad de la familia? ¿De qué formas puedes fomentar la unión dentro de tu propia familia?
3. Lee toda la historia de las parteras en Éxodo 1:15:21 ¿Qué hubieras hecho tú? Lee estos versículos ¿Qué puedes sacar de ellos?
~        Salmo 37:11-19
~        Proverbios 11:18
~        Eclesiastés 8:12
~        Isaías 3:10
~        Hebreos 6:10
4. ¿Qué es la Soberanía de Dios? ¿Cómo se demuestra en nuestra vida?
            La Soberanía de Dios es la enseñanza bíblica de que Dios es la fuente de toda creación y de que todas las cosas vienen de El y dependen de En (Salmo 24:1). Significa que Dios está en todo y sobre todo. Dios guía, sostiene, ama y desea tener comunión con Su creación. Se revela as sí mismo como padre amoroso en relación a la humanidad. Dios se preocupa por los que lo aman (Romanos 8:28) y no hay mayor ejemplo de ello que la obra redentora de Cristo en la cruz.
5. ¿Sueles tomar tiempo para alabar y adorar a Dios? ¿De qué formas podemos hacerlo?
~        Adorar – Reconocer lo que Dios es
~        Alabar – Reconocer lo que Dios hace
            ¿Qué dicen estos versículos sobre la alabanza y  la adoración? Salmo 9:1; Salmo 29:2; Salmo 66:4; Salmo 69:30; Salmo 92:1; Hebreos 13:15
6. Lee estas definiciones de chisme y murmuración:
            Chisme - Noticia verdadera o falsa, o comentario con que generalmente se pretende indisponer a unas personas con otras o se murmura de alguna
            Murmuración - Conversación en perjuicio de un ausente
            ¿Qué dice la Biblia sobre estos pecados? Proverbios 16:28; Proverbios 18:8; Proverbios 16:20; Romanos 1:30; 1 Timoteo 5:13; Judas :16
            ¿De qué forma podemos luchar contra ellos?
           
7. Somos llamadas a respetar a nuestras autoridades: Romanos 13.1; 1 Pedro 2:13; Hebreos 13:17
            ¿Cuáles son las autoridades que Dios ha puesto en tu vida? ¿Crees que las estás respetando? ¿Qué puedes hacer para mostrar respeto a esas figuras de autoridad?
8. ¿Qué dicen estos pasajes sobre el perdón?
~        Mateo 6:12 – 14
~        Mateo 18: 21-35
~        Efesios 4:32
            ¿Cuál debe ser nuestra actitud hacia las personas que nos tratan mal? Lucas 6:27-36

 


María y Aarón murmuran contra Moisés, Números 12:1-16

Como hermano mayor y hermana, ellos tratan de decir a Moisés que hacer, y ellos se caen del segundo mejor con Dios.

María y Aarón murmuran contra Moisés

12:1
María y Aarón hablaron contra Moisés a causa de la mujer cusita que Había tomado, porque él Había tomado por mujer a una cusita.
2
Ellos dijeron: –¿Acaso Sólo por medio de Moisés ha hablado Jehovah? ¿No ha hablado también por medio de nosotros? Y lo Oyó Jehovah.
3
Moisés era un hombre muy manso, Más manso que todos los hombres que Había sobre la faz de la tierra.
4
Repentinamente Jehovah dijo a Moisés, a Aarón y a María: –Id vosotros tres al Tabernáculo de Reunión. Y fueron los tres.
5
Entonces Jehovah Descendió en una columna de nube, se detuvo a la entrada del Tabernáculo y Llamó a Aarón y a María. Ellos dos se acercaron,
6
y él les dijo: –Oíd mis palabras: Si tuvieseis un profeta de Jehovah, yo me Manifestaría a él en Visión o Hablaría con él en sueños.
7
No es Así con mi siervo Moisés, quien es fiel en toda mi casa.
8
Cara a cara hablo con él, en persona, y no por enigmas. Y él contempla la apariencia de Jehovah. ¿Por qué, pues, no tuvisteis temor de hablar contra mi siervo, contra Moisés?
9
Entonces el furor de Jehovah se Encendió contra ellos. Y se fue.
10
Cuando la nube se Apartó de encima del Tabernáculo, he Aquí que María Quedó leprosa, blanca como la nieve. Aarón se Volvió hacia María, y he Aquí que estaba leprosa.
11
Entonces Aarón dijo a Moisés: –¡Ay, señor Mío! Por favor, no pongas sobre nosotros el pecado, porque locamente hemos actuado y hemos pecado.
12
Por favor, no sea ella como el que sale muerto del vientre de su madre, con la mitad de su carne consumida.
13
Entonces Moisés Clamó a Jehovah diciendo: –¡Oh Dios, Sánala, por favor!
14
Jehovah Respondió a Moisés: –Si su padre le hubiera escupido en su cara, ¿no Quedaría avergonzada durante siete Días? Que sea recluida fuera del campamento durante siete Días, y después Será readmitida.
15
Así María fue recluida fuera del campamento durante siete Días. El pueblo no se puso en marcha hasta que María fuera readmitida.
16
Después Partió el pueblo de Hazerot y Acampó en el desierto de Parán.
Números 12:1-16

 


María hermana más vieja de Moisés, Éxodo 2:1-10

Miriam lo miro’ a Moisés, después de colocar al bebe en el barco, Éxodo 2:1-10

Miriam era la hermana mayor de Moisés, quien continué a vigilarlo después de colgar al bebe en el barco dentro del en las cañas de papiro en el lado del río Nilo.

Después de hablar con la hija del faraón que había encontrado al bebé, Miriam organizado para el bebé Moisés para ser atendidos.

En el futuro, Miriam habra algo importante en los israelitas, cuarenta años en el desierto.

Uno de los significados en hebreo del nombre Miriam es: estrella del mar.

El Nacimiento de Moisés

2:1 Cierto hombre de la tribu de Leví Tomó por esposa a una mujer levita.
2 Esta Concibió y dio a luz un niño; y al ver que era hermoso, lo tuvo escondido durante tres meses.
3 No pudiendo ocultarlo Más tiempo, Tomó una arquilla de juncos y la Recubrió con asfalto y brea. Colocó en ella al niño y lo puso entre los juncos a la orilla del Nilo.
4 Su hermana se mantuvo a distancia para ver lo que le Acontecería.

5 Entonces la hija del Faraón Descendió al Nilo para bañarse. Y mientras sus doncellas se paseaban por la ribera del Nilo, ella vio la arquilla entre los juncos y Envió a una sierva suya para que la tomase.
6 Cuando la Abrió, vio al niño; y he Aquí que el niño lloraba. Y teniendo Compasión de él, dijo: –Este es un niño de los hebreos.
7 Entonces la hermana del niño Preguntó a la hija del Faraón: –¿Iré a llamar una nodriza de las hebreas para que te Críe al niño?
8 La hija del Faraón Respondió: –Vé. Entonces la muchacha fue y Llamó a la madre del niño.
9 Y la hija del Faraón le dijo: –Llévate a este niño y Críamelo. Yo te lo pagaré. La mujer Tomó al niño y lo Crió.
10 Cuando el niño Creció, ella se lo Llevó a la hija del Faraón. El vino a ser para ella su hijo, y ella le puso por nombre Moisés, diciendo: “Porque de las aguas lo saqué.”
Éxodo 2:1-10


La historia del nacimiento de Moisés habla de una hermana, pero no dice su nombre. Pues bien, unos textos posteriores de Éxodo y Números presentan a María, hermana de Aarón (e indirectamente de Moisés), que realiza a su lado un papel significativo. Ella aparece en primer lugar como heroína de Israel, entonando con Moisés el canto de la liberación de los hebreos. Después la vemos, al lado de Aarón, como opositora de Moisés, protestando en contra de su exclusivismo. Quizá más que como hermana de carne de Moisés ella aparece aquí como su compañera y antagonista.

 a. Compañera de Moisés, heroína de Israel.

 

Estamos en el momento más solemne del Éxodo: los hebreos han cruzado a salvo las aguas del Mar Rojo, descubriendo así la mano magnífica de Dios. Desde el otro lado del mar, «Moisés y los israelitas» entonaron este canto:

Cantaré a Yahvé, Sublime es su victoria,

caballos y jinetes ha arrojado en el mar.

Mi fuerza y mi poder es Yahvé, él fue mi salvación.

Él es mi Dios, yo lo alabaré,

el Dios de mi padre, yo lo ensalzaré.

Yahvé es un guerrero, Yahvé es su nombre.

Los carros y tropa del faraón los lanzó al mar

ahogó en el mar Rojo a sus mejores capitanes.

Las olas los cubrieron,

bajaron hasta el fondo como piedras.

Tu diestra, Yahvé, es fuerte y magnífica,

tu diestra, Yahvé, tritura al enemigo;

tu gran victoria destruye al adversario;

lanzas tu incendio y los devoras como paja… (cf. Ex 15, 1-17).

 

Conforme a la introducción actual del texto, los que cantan ese himno son Moisés y los israelitas (Ex 15, 1), que aclaman juntos la grandeza de su Dios. En ese sentido, se suele hablar del canto de Moisés, que habría expuesto aquí un compendio de la historia israelita. Pero, dicho eso, debemos añadir que éste es un canto femenino, de fuerte colorido materno, como indica el hecho de que al fin se diga que fue María, profetisa, la que tomó un pandero y entonó el canto y lo repitió con otras mujeres, en danza agradecida:

 

 

Entonces María la profetisa, hermana de Aarón, tomó un pandero en su mano, y todas las mujeres salieron en pos de ella con panderos y danzas. Y María les dirigía diciendo: “¡Cantad a Yahvé, pues se ha enaltecido grandemente! ¡Caballos y jinetes ha arrojado al mar!” (Ex 15, 20-21).

 

 

 Por eso, en principio, más que de Moisés, éste es un canto de María, que aparece como profetisa, hermana de Aarón, compartiendo con él una autoridad que la tradición posterior atribuye sólo a Moisés, y canta la gloria de Dios y la liberación del pueblo. Ellas, una mujer, es la que sabe proclamar las grandezas de Dios, siendo iniciadora de una liturgia de liberación, que se expresa con panderos y danzas, una liturgia de mujeres que le sigan y cantan y bailan. Estamos ante la más honda liturgia de Israel, centrada en un canto que es básicamente de mujeres gozosas, liberadas, que entonan la alabanza de Dios, proclamando y bailando su himno. Ciertamente, Moisés y los restantes israelitas pueden y deben asumir ese canto (Ex 15, 1), pero han de hacerlo siguiendo a la profetisa María y a las mujeres, que llevan el ritmo y repiten el estribillo.

 

María es aquí hermana de Aarón (no de Moisés), como indicando que la profecía (propia de ella) y el sacerdocio (que es de Aarón) han de estar unidos. Sólo en un momento posterior la tradición ha puesto esta canto en labios de Moisés (cf. Ex 15, 1), a quien presenta como mediador de la obra de Dios y representante de todo el pueblo. Pero en principio el himno ha sido de María, la primera profetisa y “teóloga” de la acción liberadora de Dios, que acompañada por otras mujeres, cantó la grandeza de Dios que “ha arrojado al mar caballos y jinetes”, es decir, a los egipcios (Ex 15, 1).

 

 

Como intérprete privilegiado de la obra de Dios, María dirige la liturgia y fiesta de aquellos que celebran el triunfo del Dios guerrero (Ex 15, 3), al que presenta, al mismo tiempo, con rasgos de madre: Dios hace que surjan (=nazcan, sean) los antes oprimidos, saliendo del horno de opresión de Egipto. Ella, la hermana del sacerdote (su parentesco con Moisés, queda velado) entona inicia y dirige la liturgia de Dios, con un protagonismo que la tradición posterior ha ignorado o velado.

 

Ex 15, 1-17 constituye un himno complejo, que vincula los motivos del éxodo y la guerra santa con los nuevos temas del templo y la realeza de Yahvé (cf. Ex 15, 17). Visto en su unidad, este canto supone que la tierra de Canaán ya ha sido conquistada: los descendientes de los viejos hebreos liberados se reúnen para celebrar la fiesta de Yahvé, en alguno de los santuarios de la tierra de Canaán, en la zona montañosa («los introduces y plantas en tu monte santo, en tu heredad», Ex 15, 17, que pueden ser Betel, Siquem o Silo), aunque para el redactor final judío es evidente que el templo y monte santo donde han llegado los hebreos liberados de Egipto y donde canta María es Sión/Jerusalén. Reunidos en su santuario, celebrando la fiesta de entronización de Yahvé, que les ha sacado de Egipto a través del Mar Rojo, los nuevos israelitas recuerdan y cantan al Dios de su victoria, dirigidos y coreados por una mujer que repite el estribillo, en la línea de los grandes cantos de vida y liberación de otras mujeres (→ Débora y Ana). María aparece, según eso, como profetisa del templo de Jerusalén y como directora de su culto, al lado de Aarón (como su hermana).

Éste es el himno de una mujer que sabe que Dios destruye a los poderes del ejército más grande de este mundo (Egipto), sin necesidad de soldados ni de guerra. En el comienzo de la historia del Israel liberado encontramos la liturgia de una mujer (¡hermana de Aarón!), profetisa y cantora, que dirige la alabanza del pueblo.

 

b. Antagonista de Moisés.

 

Esta misma María aparece de nuevo unida con Aarón en el momento clave de la historia israelita, allí donde se recuerda, desde la perspectiva del redactor final de la Biblia, las tentaciones del pueblo que, de diversas maneras, se eleva contra el liderazgo de Moisés (cf. Núm. 10-20). María aparece así como tentadora y perdedora frente a Moisés, como profetisa y como mujer; pero es evidente que ella ha representado algo muy importante y positivo en esa historia:

 

              María y Aarón murmuraron contra Moisés por causa de la mujer cusita que él había tomado por esposa. Así decían: «¿Es que Yahvé no ha hablado más que con Moisés? ¿No ha hablado también con nosotros?» Y Yahvé lo oyó. Moisés era un hombre muy humilde, más que hombre alguno sobre la haz de la tierra.

De improviso, Yahvé dijo a Moisés, a Aarón y a María: «Salid los tres a la Tienda del Encuentro» Y salieron los tres. Bajó Yahvé en la columna de Nube y se quedó a la puerta de la Tienda. Llamó a Aarón y a María y se adelantaron los dos. Dijo Yahvé: «Escuchad mis palabras: Si hay entre vosotros un profeta, yo me manifiesto a él en visión, y hablo con él en sueños. No así con mi siervo Moisés… Boca a boca hablo con él, abiertamente y sin enigmas él contempla la imagen de Yahvé. ¿Por qué, pues, habéis osado hablar contra mi siervo Moisés?». Y se encendió la ira de Yahvé contra ellos.

Cuando Yahvé se marchó, y la Nube se retiró de encima de la Tienda, he aquí que María estaba leprosa, blanca como la nieve. Aarón se volvió hacia María y vio que estaba leprosa. Y dijo Aarón a Moisés: «Perdón, señor mío, no cargues sobre nosotros el pecado que neciamente hemos cometido. Por favor, que no sea ella como quien nace muerto del seno de su madre, con la carne medio consumida». Moisés clamó a Yahvé diciendo: «Oh Dios, cúrala, por favor»…María quedó siete días excluida del campamento. Pero el pueblo no partió hasta que ella se reintegró. Después el pueblo partió de Jaserot y acamparon en el desierto de Parán (Núm 12, 1-16).

 

Además de criticarle “por su mujer cusita” (porque no cumple la ley que exige casarse con una mujer israelita), María y Aarón, formando un mismo frente, se oponen también a Moisés por su exclusivismo, porque quiere actuar como único representante de Dios: «¿Ha hablado el Señor sólo con Moisés? ¿No nos ha hablado también a nosotros?». Contra Moisés, que es la Ley, representada en concreto por el Pentateuco (como única autoridad real del judaísmo posterior), se elevan por tanto las otras dos grandes instancias sagradas de Israel: la “profecía”, representada por María, y el sacerdocio, representado por Aarón. Éste es quizá el momento más claro en que, dentro de la Biblia, una mujer (María) se eleva y protesta contra el dominio absoluto de un hombre, Moisés, que ha terminado siendo el triunfador. Significativamente, ella aparece de nuevo vinculada con Aarón, el sacerdote (como en Ex 15, 20).

 

Ciertamente, este pasaje se sitúa en el contexto de las disputas sobre los matrimonios mixtos (Moisés ha tomado como esposa a una cusita), de manera que, desde el punto de vista de la tradición posterior, ratificada por Esdras-Nehemías (cf. cap. 6), María y Aarón tendrían razón al criticar a Moisés. Pero en un fondo late un problema aún más importante, relacionado con la autoridad de María, pues de ella trata el conjunto del relato, y también con las disputas entre Moisés y Aarón (la Ley y el Sacerdocio), tema bien documentado en otros pasajes del Pentateuco, empezando por el texto del Becerro de Oro (Ex 32) y terminando en la “rebelión” de Córaj, Datán y Abirón, que protestaron contra el liderazgo-sacerdocio de Moisés y Aarón y fueron aniquilados por el fuego y tragados por la tierra (Num 16-17).

Éste es el único lugar donde (en la tradición actual de la Biblia Judía) hay una mujer que protesta contra el liderazgo exclusivista de Moisés, diciendo que también ella ha escuchado la palabra del Señor. De esa manera, la misma María que en Ex 15 aparecía cantando un himno asumido después por Moisés, se enfrenta aquí con él. No parece que haya en el fondo una disputa sacerdotal, una pretensión de autoridad sacral, como la de Aarón, el sacerdote (y la de otros sacerdotes), enfrentados otras veces con Moisés. Estamos más bien ante una disputa profética, vinculada a la condición de María como mujer, que quiere tener una palabra frente a Moisés (o con Moisés), a quien ella (con Aarón) acusa de no cumplir una norma de la misma Ley que él representa (se ha casado con la cusita). La reacción de Dios frente a Aarón y su hermana resulta sorprendente, pero marca con toda precisión la diferencia judía entre el hombre y la mujer, según la tradición final de la Biblia Judía.

 

 

a. Moisés aparece como triunfador, avalado por el mismo Dios, que habla a su favor desde la Nube, diciendo que él (Moisés) es el único que ha “visto” a Dios cara a cara y ha hablado con él boca a boca. Éste es el “dogma” del judaísmo canónico posterior, que se funda en la revelación principal (casi exclusiva) de Dios a Moisés.

 

b. Aarón conserva su autoridad, como sacerdote, aunque tiene que estar sometido a Moisés (cumplir su ley). Por eso él no recibe ningún castigo, a pesar de haber murmurado lo mismo que María; más aún, él sigue conservando su capacidad de intercesión sacerdotal y la ejerce a favor de su hermana (pidiendo a Moisés por ella). Mara cumplir su función, un sacerdote no puede quedar impuro, a pesar de haber “pecado” lo mismo que María.

 

c. María es la perdedora: queda leprosa y por un tiempo debe estar quedar fuera del campamente. El texto parece destacar así la mayor capacidad de impureza de la mujer, que tiene que quedar excluida de la comunidad por siete días (que aluden, probablemente a los siete días de exclusión de la mujer en la menstruación, según Lev 15, 19). Por su misma condición femenina, que se expresa en su “lepra”, la mujer queda inhabilitada para ejercer funciones en la línea de la Ley de Moisés.

 

Desde este fondo se entiende la ambivalencia de María y de las mujeres de la Biblia Hebrea. Por un lado, ellas son compañeras de Moisés (cantoras de libertad). Por otro lado, ellas no pueden elevarse y obtener una autoridad especial frente a Moisés o con Moisés, por su misma condición de mujeres, por más que puedan decir y digan (con Aarón) que Dios también les ha hablado. Aquí no se niega que Dios haya hablado a María, pero se pone de relieve el valor “inferior” de esa palabra, que no puede competir con la de Moisés, que así aparece como único mediador oficial de Dios para los israelitas.

Entendido así, este pasaje resulta significativo, pues parece fundar la “inferioridad” de María en su mayor riesgo de impureza. Al final del camino, aunque aparezca y actúe como profetisa, ella no puede competir con Moisés, ni siquiera con Aarón (que ruega a Moisés por ella: ¡para que pueda ser liberada de su impureza a lo siete días!). Ciertamente, es un pasaje significativo, pero sigue resultando muy significativo, pues conserva la palabra de protesta de una mujer (hermana de Aarón) en contra del exclusivismo de Moisés. Además, el “castigo” de María es muy pequeño (¡un simple riesgo de impureza!), frente al Córaj, Datán y Abirón, que son aniquilados.

 

            Hay además otro elemento muy significativo en la historia de María: «Toda la congregación de los hijos de Israel llegó al desierto de Zin, en el mes primero, y el pueblo acampó en Cadés. Allí murió María, y allí fue sepultada» (Num 20, 1). Esta sepultura de María, que debemos vincular a la de otras mujeres (→ Sará, Raquel, Débora la nodriza de Rebeca), puede servirnos para trazar uno de los hitos fundamentales de la sacralidad femenina de la tierra, marcada por los cuerpos de las mujeres allí enterradas, pero, sobre todo, para poner de relieve la misma autoridad de María. De Aarán se dice que murió en el monte Hor, pero no se recuerda su sepulcro (Num 33, 38); de Moisés se dice que murió y fue sepultado en la tierra de Moab, pero que nadie conoce el lugar de su sepultura (cf. Dt 4, 5-6). En contra de eso, el sepulcro de María, la primera gran profetisa y cantora de Israel, era recordado (y venerado) en el oasis de Cadés, en el camino de entrada en la tierra prometida.


La rebelión de Miriam y Aarón

Números 12:1-16
«Moisés había tomado por esposa a una egipcia, así que Miriam y Aarón empezaron a murmurar contra él por causa de ella.2 Decían: «¿Acaso no ha hablado el Señor con otro que no sea Moisés? ¿No nos ha hablado también a nosotros?» Y el Señor oyó sus murmuraciones. 
3 A propósito, Moisés era muy humilde, más humilde que cualquier otro sobre la tierra. 
4 De pronto el Señor les dijo a Moisés, Aarón y Miriam: «Salgan los tres de la *Tienda de reunión.» Y los tres salieron.5 Entonces el Señor descendió en una columna de nube y se detuvo a la entrada de la Tienda. Llamó a Aarón y a Miriam, y cuando ambos se acercaron,6 el Señor les dijo: «Escuchen lo que voy a decirles: »Cuando un profeta del Señor  se levanta entre ustedes,  yo le hablo en visiones  y me revelo a él en sueños. 7 Pero esto no ocurre así con mi siervo Moisés,  porque en toda mi casa   él es mi hombre de confianza. 8 Con él hablo cara a cara, 
 claramente y sin enigmas. Él contempla la imagen del Señor.  ¿Cómo se atreven a murmurar 
      contra mi siervo Moisés?»  9 Entonces la ira del Señor se encendió contra ellos, y el Señor se marchó.10 Tan pronto como la nube se apartó de la Tienda, a Miriam se le puso la piel blanca como la nieve. Cuando Aarón se volvió hacia ella, vio que tenía una enfermedad infecciosa.11 Entonces le dijo a Moisés: «Te suplico, mi señor, que no nos tomes en cuenta este pecado que neciamente hemos cometido.12 No la dejes como un abortivo, que sale del vientre de su madre con el cuerpo medio deshecho.» Moisés intercede por Miriam13 Moisés le rogó al Señor: «¡Oh Dios, te ruego que la sanes!» 14 El Señor le respondió a Moisés: «Si su padre le hubiera escupido el rostro, ¿no habría durado su humillación siete días? Que se le confine siete días fuera del campamento, y después de eso será readmitida.» 15 Así que Miriam quedó confinada siete días fuera del campamento. El pueblo no se puso en marcha hasta que ella se reintegró.16 Después el pueblo partió de Jazerot y acampó en el desierto de Parán.»
Introducción:
En esta noche continuamos con nuestro estudio del libro de Números, que el pastor John y un servidor hemos estado enseñando. En esta noche nos toca estudiar el capítulo 12, que trata un tema sumamente importante y es el tema de la rebeldía de Miriam y Aarón, los hermanos de Moisés, y nos sirve de gran ejemplo y ayuda sobre este tema. Ahora continuamos con nuestra lección.
Lección:
1. Un repaso. — Vamos a hacer un pequeño repaso muy necesario, para entender lo que ocurre en el capítulo que nos corresponde. En el capítulo 10, Hobab el suegro de Moisés, desea regresar a su parentela, y Moisés le pide que se quede con ellos y ayude a guiarlos.
a. Luego en el capítulo 11, tenemos dos cosas:
i. La primera es que Dios le dice a Moisés que escoja a 70 ancianos del pueblo, y les da del Espíritu que estaba en Moisés, y se los pasa a los 70 ancianos que profetizan. Eso era para que esos 70 ancianos, ayudaran a llevar la carga y el peso de la responsabilidad que Moisés llevaba.
ii. Y la segunda es las quejas del pueblo rebelde que, cansados de comer el Maná, querían carne. En resumen, Dios les dio codornices a un día de camino para que fueran y las buscaran y las comieran, pero así también envió JUICIO, por medio de una plaga.
2. El daño que las quejas hacen. — Esta versión NVI nos dice: «Moisés había tomado por esposa a una egipcia, así que Miriam y Aarón empezaron a murmurar contra él por causa de ella.»  La Biblia de las Américas dice: «Entonces Miriam y Aarón hablaron contra Moisés por causa de la mujer cusita con quien se había casado (pues se había casado con una mujer cusita)»
a. El Texto Sagrado nos dice que Moisés se había casado con una mujer cusita, en lo que hoy día probablemente sería el país de Etiopía o Egipto, como dice la NVI.  Por esa razón, muchos han pensado que era una mujer de piel obscura, o de raza negra.
i. No sabemos si es que Séfora había muerto, y ahora Moisés contrae matrimonio con otra mujer, que no era Israelita. Tal vez por tratarse de la esposa de Moisés, es por eso que es Miriam la parece ser la instigadora.
ii. Pero hay muchos teólogos y eruditos que piensan que era la misma Séfora, la que el Texto Sagrado menciona como su esposa, y que Miriam y Aarón estaban molestos por la influencia que los parientes de Séfora (por lo menos su padre Hobab),[1] tenían sobre Moisés.
iii. Pero en resumen, lo más probable, y es aparente en el contexto, Moisés ha contraído matrimonio con otra mujer.
b. Así que en el capítulo 11 tenemos al pueblo murmurando, y en el 12, tenemos a Miriam y a Aarón DOS líderes, siendo los que murmuran.
i. Si Moisés se había casado por segunda vez, tal vez por ser una mujer extranjera, Miriam decide murmurar de él.
ii. Pero lo más probable es como en casi todos los casos, y es que algo pequeño puede ser una excusa para una queja de algo previo más grande.
3. El celo y la envidia, muy parecidos. — (verso 2) «Decían: «¿Acaso no ha hablado el Señor con otro que no sea Moisés? ¿No nos ha hablado también a nosotros?» Y el Señor oyó sus murmuraciones.»
a. Lo más probable es que Miriam y Aarón, se habían puesto celosos porque Dios le había dado a los 70 ancianos del Espíritu de Moisés, pero a ellos no.
b. Aarón era el sumo sacerdote, y el portavoz de Moisés. Aarón era en realidad el segundo al mando, y Miriam, era profetisa, y líder de las mujeres. Quiere decir que ambos tenían puestos altos, y estaban casi siempre al lado de Moisés. Eso quiere decir que no había razón alguna para que tuvieran celo de mando, o celo espiritual.
c. Noten el regaño de Dios hacia Aarón y Miriam, y como Dios les recalca a ellos, que ya que ellos se consideraban profetas, y a todo otro profeta, Dios les hablaba con sueños y en visiones, pero no era así con Moisés. Dios hablaba cara a cara con él. Con esto Dios les está ACLARANDO que hay una diferencia entre Moisés y ellos. Dios había escogido a Moisés para ese trabajo, y no a ellos. Notemos algunas cosas:
i. (Deuteronomio 34:10) «Desde entonces no volvió a surgir en Israel otro profeta como Moisés, con quien el Señor tenía trato directo.» -NVI.
ii. Pero la Biblia de las Américas lo dice como es: «Desde entonces no ha vuelto a surgir en Israel un profeta como Moisés, a quien el SEÑOR conocía cara a cara»
iii. Con eso debemos aclarar, que Moisés nunca pudo ver la GLORIA de Dios en Su verdadera esencia, porque hubiera muerto.
(1) (Juan 1:18) «Nadie ha visto jamás a Dios; el unigénito Dios, que está en el seno del Padre, El le ha dado a conocer.» LBLA
d. El ejemplo de Moisés es real, porque el Texto Sagrado lo dice:
i. (Verso 3) «A propósito, Moisés era muy humilde, más humilde que cualquier otro sobre la tierra.»
ii. (Verso 3) «Y aquel varón Moisés era muy manso, más que todos los hombres que había sobre la tierra.»  RV1960.
iii. Recordemos que ese es el Moisés que airado al ver al egipcio golpear a un israelita, lo mató. Quiere decir que Dios había hecho una gran obra en este hombre Moisés.
4. Como enfrentar la crítica. — Un comentario Bíblico, dice algo que es muy cierto sobre la crítica:  «Todos enfrentamos críticas. Ni los buenos ni los malos, ni los jóvenes ni los ancianos pueden
escapar de la crítica. Aun los más grandes hombres y mujeres están expuestos al ojo y la lengua crítica. Jesús dijo: ¡Ay de vosotros, cuando todos los hombres hablan bien de vosotros! Porque asían sus padres con los falsos profetas (Luc. 6:26). Si el cristiano vive como debe, Satanás lo combate con la crítica.»[2]
a. Para nosotros que estamos en el Nuevo Pacto, debemos seguir ese ejemplo, y las muchas enseñanzas sobre cual debe ser nuestra actitud. Este propio estudio de la vida de Moisés y sus hermanos, es un ejemplo de cómo debemos responder, y cómo debemos actuar. Debemos recordar que el ser humano tiende a ser celoso y, envidioso, por eso tenemos que crucificar nuestro YO, con Yeshua, y así poder decir como el apóstol Pablo decía: «Con Cristo estoy juntamente crucificado, y ya no vivo yo, mas vive Cristo en mí; y lo que ahora vivo en la carne, lo vivo en la fe del Hijo de Dios, el cual me amó y se entregó a sí mismo por mí.»
b. El primer ejemplo: celos, bandos, contiendas.
i. En primer lugar, la actitud del apóstol Pablo, quien aclara que cuando fue a Corinto, una ciudad griega, bien dada al conocimiento y la filosofía, Pablo decidió que su mensaje se iba a limitar a hablar de Yeshua, y a Él crucificado. Aun pudiendo lucir su conocimiento, Pablo decide que no es lo que él conoce, sino lo que el Verdadero mensaje debe ser y es: JESUCRISTO.
(1) (1 Corintios 2:1-2) «Yo mismo, hermanos, cuando fui a anunciarles el testimonio de Dios, no lo hice con gran elocuencia y sabiduría.2 Me propuse más bien, estando entre ustedes, no saber de cosa alguna, excepto de Jesucristo, y de éste crucificado.»  
ii. Un gran contraste de eso eran los bandos y distintas facciones que se habían formado en esa iglesia.
(1) (1 Corintios 3:1-9) «Yo, hermanos, no pude dirigirme a ustedes como a espirituales sino como a inmaduros,[a] apenas niños en Cristo.2 Les di leche porque no podían asimilar alimento sólido, ni pueden todavía,3 pues aún son inmaduros. Mientras haya entre ustedes celos y contiendas, ¿no serán inmaduros? ¿Acaso no se están comportando según criterios meramente humanos?4 Cuando uno afirma: «Yo sigo a Pablo», y otro: «Yo sigo a Apolos», ¿no es porque están actuando con criterios humanos? 5 Después de todo, ¿qué es Apolos? ¿Y qué es Pablo? Nada más que servidores por medio de los cuales ustedes llegaron a creer, según lo que el Señor le asignó a cada uno.6 Yo sembré, Apolos regó, pero Dios ha dado el crecimiento.7 Así que no cuenta ni el que siembra ni el que riega, sino sólo Dios, quien es el que hace crecer.8 El que siembra y el que riega están al mismo nivel, aunque cada uno será recompensado según su propio trabajo.9 En efecto, nosotros somos colaboradores al servicio de Dios; y ustedes son el campo de cultivo de Dios, son el edificio de Dios.»
iii. Pablo les aclara que por su actitud, eran carnales, en vez de ser espirituales. Ese es el peligro de los celos y envidias, especialmente, la envidia espiritual. El apóstol aclara que cada persona tiene su parte que hacer, pero ninguna es mejor que la otra.
c. El segundo ejemplo tiene que ver con algunas de las cosas que ocurren en nuestros días. Es, y ha sido muy común el que surjan algunos diciendo: “Dios me dijo esto”, o “Dios me dijo aquello”. La historia de la Iglesia está llena de personas que comenzaron muy bien, pero se INFLARON de orgullo, y comenzaron con su: “Dios me dijo”, y eso los llevó al error.
i. Cuando una persona dice: “Dios me dijo”, está diciendo algo bien serio. Es como cuando Jeremías, o Isaías, o Elías decían igual. Decir “Dios me dijo” implica ponerle palabras a Dios que, probablemente Dios nunca se los haya dicho.
ii. El apóstol Pablo menciona a algunos que comenzaron bien, pero que habían terminado mal, enseñando lo que querían en su error.
(1) (2 Timoteo 2:15-19) «Esfuérzate por presentarte a Dios aprobado, como obrero que no tiene de qué avergonzarse y que interpreta rectamente la palabra de verdad.16 Evita las palabrerías profanas, porque los que se dan a ellas se alejan cada vez más de la vida piadosa,17 y sus enseñanzas se extienden como gangrena. Entre ellos están Himeneo y Fileto,18 que se han desviado de la verdad. Andan diciendo que la resurrección ya tuvo lugar, y así trastornan la fe de algunos.19 A pesar de todo, el fundamento de Dios es sólido y se mantiene firme, pues está sellado con esta inscripción: «El Señor conoce a los suyos», y esta otra: «Que se aparte de la maldad todo el que invoca el nombre del Señor».
iii. Estas dos personas mencionadas por el apóstol, Himeneo y Fileto, parece que habían sido parte de la Iglesia. Eso quiere decir que habían comenzado bien, pero, seguramente que empezaron a enseñar que Dios les había REVELADO algo a ellos muy diferente, y era que la resurrección ya había ocurrido.
(1) Estos hombres habían caído en un error bien grande, por jactarse, y ser arrogantes espiritualmente.
(2) De ahí nuestro Texto Clave en el verso 15: «Esfuérzate por presentarte a Dios aprobado, como obrero que no tiene de qué avergonzarse y que interpreta rectamente la palabra de verdad.»
d. El mejor y último ejemplo, es Juan el Bautista, quien podía haberse sentido orgulloso de haber sido el precursor del Cristo, y como siempre, alguien tenía que surgir con un CHISME para incitarlo.
i. (Juan 3:25-30) «Se entabló entonces una discusión entre los discípulos de Juan y un judío en torno a los ritos de purificación.26 Aquéllos fueron a ver a Juan y le dijeron:  —Rabí, fíjate, el que estaba contigo al otro lado del Jordán, y de quien tú diste testimonio, ahora está bautizando, y todos acuden a él. 27 —Nadie puede recibir nada a menos que Dios se lo conceda —les respondió Juan—.28 Ustedes me son testigos de que dije: “Yo no soy el Cristo, sino que he sido enviado delante de él.” 29 El que tiene a la novia es el novio. Pero el amigo del novio, que está a su lado y lo escucha, se llena de alegría cuando oye la voz del novio. Ésa es la alegría que me inunda.30 A él le toca crecer, y a mí menguar.»
ii. Noten el ejemplo de Juan, quien sabía muy bien cual era su labor.
iii. Cuando nuestro SEÑOR se enteró de lo que la gente decía, también levantó campamento y se fue.
(1) (Juan 4:1-3) «Yeshua se enteró de que los fariseos sabían que él estaba haciendo y bautizando más discípulos que Juan2 (aunque en realidad no era Jesús quien bautizaba sino sus discípulos).3 Por eso se fue de Judea y volvió otra vez a Galilea.»
5. El castigo. — Regresando ahora a nuestro Texto en el libro de Números 12, encontramos ahora el castigo, y parece ser que Miriam tal vez fue la instigadora en el asunto, y por eso recibe el peor castigo. «Entonces la ira del Señor se encendió contra ellos, y el Señor se marchó.10 Tan pronto como la nube se apartó de la Tienda, a Miriam se le puso la piel blanca como la nieve. Cuando Aarón se volvió hacia ella, vio que tenía una enfermedad infecciosa» (versos 9-10).
a. El cuerpo de Miriam se había quedado totalmente blanco, lo que se cree que era lepra, y ahora tenemos enseguida la intervención de Aarón y Moisés:
i. Aarón intercede por su hermana, pero podríamos decir que intercede por sí mismo, por si acaso vendría sobre él también el castigo.
ii. Moisés enseguida intercede por su hermana, y le pide a Dios que la sane.
b. Aunque el Texto Sagrado no lo dice, la mayoría de los comentaristas piensan que Dios la sanó en el momento que Moisés oró por ella, pero el castigo ya estaba decretado, y tenía que estar siete días fuera del campamento, que era el tiempo de purificación requerido para un leproso (Lev. 14:1-9).
i. «Como la lepra la ha hecho inmunda físicamente, el pecado de los celos todavía contamina espiritualmente a muchos. Hay que limpiarse antes de ser integrado al pueblo otra vez.
Ademas, por su actitud y sus acciones. María ha deshonrado a Moisés e indirectamente a Dios, quien eligió a Moisés.»[3]
6. Últimas palabras. — Esta historia en el libro de Números nos deja muchas lecciones del Texto Inspirado, y podemos estar seguros que no solamente se han registrado como un evento histórico, lo cual lo es sin ninguna duda, pero también nos deja una lección a TODOS nosotros, sobre la humildad, la murmuración, el orgullo espiritual, y la insubordinación. El SEÑOR nos llama a ser ejemplos como Juan el Bautista y, cuanto mejor, nuestro YESHUA. A Él sea la Gloria, y toda la Honra. Amen.