Carnaval Paganismo


ESTO LO HE GRABADO HOY 11 DE FEBRERO DE 2018 EN MERIDA BADAJOZ.

PERO...NO ES QUE YO SIGA ESTAS TRADICIONES NI EVENTOS, SI NO QUE...LAS GRABACIONES LAS SUBO A YOUTUBE, DICIENDO QUE ES PAGANISMO Y DIABOLICO.

SON UNOS 8 MINUTOS DE GRABACION, LO CUAL YA ESTAN REDUCIDOS, PORQUE EL DESFILE DURO MAS DE 1 AHORA.
EL TEMA ABIERTO, ES HABLAR DE QUE LOS CARNAVALES ES UN EVENTO PAGANO, ADORANDO A UN dios pagano.


LAS RAÍCES PAGANAS DEL CARNAVAL

El carnaval es la fiesta pagana por excelencia del calendario. Y aún  a pesar de su marcado origen pagano, es una fiesta condicionada por el calendario litúrgico cristiano católico, ya que marca el inicio de la Cuaresma, y la preparación para la Semana Santa o Pascua de Resurrección. El carácter paganizante de muchas de las celebraciones tradicionales españolas y europeas, y aún a pesar de sus vestiduras o condicionamientos cristianos y mayormente católicos, no será sino una muestra más de las dos fuentes de pensamiento tradicional que nutren la cultura occidental, aún a pesar de la Modernidad…

La palabra carnaval, es en sí misma un italianismo que a los largo del siglo XVIII y XIX sustituye el término medieval español para esas mismas fiestas, que era el de “carnestolendas” y “antruejo”. El primero de estor términos haciendo referencia muy posiblemente al fin o “corte” de lo carnal antes de la Cuaresma. Y el “antruejo” al término latino introtius, que no será sino “entrada” en el tiempo penitencial también de la Cuaresma.

Liberación fugaz de los instintos en el marco controlado de una fiesta, liberación breve de los criterios y términos de autoridad también durante esa fiesta, celebración del anuncio del fin del invierno y llegada próxima de la primavera (“Pascua Florida”), rito propiciatorio de fertilidad agrícola tras el invierno… Son diversos los significados que el estudio especializado nos da de las fiestas del carnaval, no siendo menor el de celebración sin más de la fuerza liberadora de la alegría, la risa y la vida vivida con sentido del humor y espíritu de divertimento; a través de las típicas mascaradas, los desfiles y carrozas, las comparsas, los bailes de disfraces, la bebida, la comida y en ocasiones el sexo. No es de extrañar por ello que en tiempos de deriva pacata y puritana,  el carnaval no se haya visto con buenos ojos…

En todo caso el carnaval es una fiesta en la que confluyen muchas otras:

Primeramente, las antiguas fiestas romanas de las saturnales y las equirria; las primeras de las cuales la Iglesia desplazó de su ubicación tradicional en el calendario, para no hacerlas coincidir con la Navidad, colocándolas entonces junto a las fiestas romanas de fin del invierno y comienzo de la primavera. Fiestas conocidas como “esquirrias”, y en las que se organizaban carreras de carros en honor a Marte, dios protector de la ciudad. Todo ello entre bailes y jolgorios en los que las carreras de carros, simbolizaban el paso del Sol “al otro lado”  de los fríos invernales. Estas fiestas se celebrarán entre el 27 de febrero y el 14 de marzo, y en medio de ellas, el 1 de marzo, se celebraba “la procesión de los Ancilia y la mamuralia”. Festejos en los que se combinaba por un lado el culto piadoso a Marte, y por otro la celebración jocosa y burlesca.

En segundo lugar, las raíces paganas del carnaval, no pueden dejar de hacer referencia a las Antesterias griegas. Fiestas que tenían lugar los días 5, 6 y 7 de febrero, y que se celebraban en honor a Dionisio. Divinidad por excelencia de la embriaguez.

Eran fiestas en las que se abrían las vasijas en las que se guardaba el vino nuevo, y se ofrecía a los asistentes a las puertas del templo de Dionisio. Siendo que al día siguiente, se organizaba una gran procesión en la que se escenificaba la llegada de Dionisio y su cortejo a la ciudad. Como se pensaba que llegaba por mar, la carroza principal de la procesión representaba un barco o nave en el que Dionisio y la “flor y nata” de su corte, entre danzas, flautas, vino y bailes, festejaban la embriaguez… Terminada la procesión, se rememoraba la boda de Dionisio y la hermosa a la par que fuerte Ariadna, que abandonada por Teseo en la isla de Naxos, asumió con entereza su abandono y contemplando con gesto sereno y lágrimas en los ojos su destino, fue tal su hermosura que enamoró al mismísimo Dionisio…

El tercer día, a modo ya de “entierro de la sardina”, la fiesta recordaba a los difuntos rogando por ellos a Dionisio, dios que muere y resucita. Al tiempo que mediante un rito consagrado a Hermes, señor del viaje al Más allá, se expulsaba a los keres. Espíritus malignos que pretenden secuestrar las almas de los difuntos, cuando éstas están transitando al otro lado.

*

Pasados en cualquier caso los días de excesos y desbordamiento del carnaval, llega “doña Cuaresma”, preparación penitencial y ascética para la Pascua de Resurrección o “Pascua Florida”, culminación de la Cuaresma a la que sigue la esperanza y plenitud del Domingo de Resurrección. Fiesta que como veremos en otra ocasión, también tendrá interesantes ribetes paganizantes.

El carnaval se ubica entonces en el calendario de acuerdo al propio calendario cristiano y la Semana Santa, pero a su vez su origen es pagano. No deriva así de la doctrina cristiana, sino de la mentalidad pagana de la Europa antigua. Mentalidad que sacraliza los ciclos naturales dándolos una lectura simbólica, que aporta enseñanzas espirituales al alma del devoto. El orden o “cosmos” del Universo, sus ritmos y ciclos, como indicaciones para la ordenación del alma, y el entendimiento de la propia vida y sus etapas…

El Carnaval fiesta pagana

Santiago: 4:4

¡Oh almas adúlteras! ¿No sabéis que la amistad del mundo es enemistad contra Dios? Cualquiera, pues, que quiera ser amigo del mundo, se constituye enemigo de Dios.

Juan: 8:32

Y conoceréis la verdad y la verdad os Hará libres.

El carnaval es una “fiesta” completamente PAGANA, no religiosa, que se desarrolla durante los tres días que preceden al llamado MIERCOLES DE CENIZA; esta celebración caracteriza la presencia de:

COMPARSAS.

MASCARAS.

BROMAS.

BURLAS.

BAILES. (Incitando a la sexualidad)

Y OTROS FESTEJOS BULLICIOSOS.

El símbolo representativo y dios soberano de la fiesta es el “REY MOMO

MOMO significa: gesto, figura o mofa ridícula, entonces, es la representación de la:

LA BURLA.

EL DESORDEN.

Este evento es una fiesta cargada de excesos y lujuria.

 

El origen del termino “MOMO” es probablemente MOLOC, este es el nombre de una divinidad pagana adorada por los AMONITAS, era su dios nacional. También los israelitas introdujeron este culto, después de establecerse en Palestina.

Los sacerdotes de MOLOC, construyeron un ídolo o estatua hueca de bronce que tenia un cuerpo de hombre, y cabeza de becerro, con cuernos; dentro de esta estatua encendían un fuego en el cual ofrecían sacrificios humanos, especialmente niños, que eran arrojados vivos al fuego.

Levítico: 18:21

Y no des hijo tuyo para ofrecerlo por fuego a Moloc; no contamines así el nombre de tu Dios. Yo Jehová.

2 de Reyes: 23:10

 

Asimismo profanó a Tofet, que está en el valle del hijo de Hinom, para que ninguno pasase su hijo o su hija por fuego a Moloc.

Ezequiel: 20:26-31

Y los contaminé en sus ofrendas cuando hacían pasar por el fuego a todo primogénito, para desolarlos y hacerles saber que yo soy Jehová.

 

27 Por tanto, hijo de hombre, habla a la casa de Israel, y diles: Así ha dicho Jehová el Señor: Aun en esto me afrentaron vuestros padres cuando cometieron rebelión contra mí.

28 Porque yo los traje a la tierra sobre la cual había alzado mi mano jurando que había de dársela, y miraron a todo collado alto y a todo árbol frondoso, y allí sacrificaron sus víctimas, y allí presentaron ofrendas que me irritan, allí pusieron también su incienso agradable, y allí derramaron sus libaciones.

29 Y yo les dije: ¿Qué es ese lugar alto adonde vosotros vais? Y fue llamado su nombre Bama hasta el día de hoy.

30 Di, pues, a la casa de Israel: Así ha dicho Jehová el Señor: ¿No os contamináis vosotros a la manera de vuestros padres, y fornicáis tras sus abominaciones?

31 Porque ofreciendo vuestras ofrendas, haciendo pasar vuestros hijos por el fuego, os habéis contaminado con todos vuestros ídolos hasta hoy; ¿y he de responderos yo, casa de Israel? Vivo yo, dice Jehová el Señor, que no os responderé.

Ezequiel: 23:39

 

Pues habiendo sacrificado sus hijos a sus ídolos, entraban en mi santuario el mismo día para contaminarlo; y he aquí, así hicieron en medio de mi casa.

Amos: 5:25-26

 

25 ¿Me ofrecisteis sacrificios y ofrendas en el desierto en cuarenta años, oh casa de Israel?

26 Antes bien, llevabais el tabernáculo de vuestro Moloc y Quiún, ídolos vuestros, la estrella de vuestros dioses que os hicisteis.

Salmos: 106:37-39

 

Como parte del rito, los adoradores debían usar MASCARAS, BAILAR y DANZAR ALREDEDOR DEL IDOLO, mientras ingerían LICOR, hasta entrar en un frenesí,SAJABAN SU CUERPO (como los adoradores de BAAL) durante la danza gritaban “CARNE A BAAL

Lo que se supone que surgió el término carnaval de hecho no es coincidencia que esta palabra se divida en dos.

CARNAVAL.

CARN= CARNE.

VAL= DE BAAL.

En otras palabras esta palabra compuesta significa carne a baal.

Instruye al niño en sus caminos y aun cuando fuere viejo no se apartara de el.

A los niños hoy se les disfraza de brujas, de hombre araña, de murciélago entre otros personajes diabólicos.

¿Porque hacen esto?

Porque esto era lo que los chamanes y brujos hacían; ellos se metían en pieles de animales para tratar de reencarnar en ellos.

Los disfraces y las mascaras tienes sus orígenes de los brujos y de los chamanes druidas, cuando se colocaban las mascaras y los disfraces, se podían comunicar con el mundo de los espíritus. El disfraz según los brujos puede absorber el poder del animal que lleva en el disfraz.

En otras palabras el que se disfrazaba de brujo un espíritu de brujería lo poseía.

Por otra parte los romanos hacían fiestas similares para adorar a su dios

“SATURNO”

2 de Reyes: 17:16

Dejaron todos los mandamientos de Jehová su Dios, y se hicieron imágenes fundidas de dos becerros, y también imágenes de Asera, y adoraron a todo el ejército de los cielos, y sirvieron a Baal;

2 de Reyes: 21:5-6

5 Y edificó altares para todo el ejército de los cielos en los dos atrios de la casa de Jehová.

6 Y pasó a su hijo por fuego, y se dio a observar los tiempos, y fue agorero, e instituyó encantadores y adivinos, multiplicando así el hacer lo malo ante los ojos de Jehová, para provocarlo a ira.

De allí los saturnales romanos, en la que realizaban el desorden y es por eso que se dice “LOS ROMANOS SON VERDADEROS SATURNALES

Por otro lado Comenzó a evolucionar el uso de la máscara, en Roma, cuando la llevaban actores en los cortejos fúnebres, para que se reconociera y recordara el rostro del difunto.

A partir de este empleo por parte de actores, la careta rápidamente fue utilizada para diferentes fines. Comenzaron a usarla los actores para representar fielmente en sus obras los rostros de los personajes históricos que estaban interpretando.

Rápidamente, se adoptó su uso en las fiestas saturnales en Roma, y se las comenzó a usar con carácter festivo, dando origen a la utilización en lo que hoy es nuestro carnaval.

Con dichas caretas se comenzaron a realizar escenas burlescas de los ritos sagrados. Fueron evolucionando y cambiando sus usos, hasta la actualidad, en que es frecuente solamente en las carnestolendas.

Según las diferentes culturas, estos símbolos han variado en sus formas, tamaños, decoración, características, realismo o abstracción, algunas usadas para cubrir todo el cuerpo, como por ejemplo, las enormes piezas de tipo ritual de Oceanía (las de los Papúes llegan a medir seis metros de alto) y otras diminutas, como las de las mujeres esquimales.

Muchos pueblos primitivos han usado las máscaras y caretas para realizar sus rituales, y éstas representaban deidades, seres mitológicos o espíritus malignos, o al Demonio; en cada caso con significados ceremoniales distintos. Si la máscara usada era de animales, podía simbolizar el ruego para asegurar el éxito de la caza. Asimismo, también hay culturas que utilizaban máscaras para ahuyentar pestes y enfermedades.

MOMO era conocido en el imperio romano, como el símbolo de la:

LACIVIA.

DESEOS CARNALES.

APETITOS DESORDENADOS (en la comida)

ORGIAS,

CONFUSION.

FIESTAS DESENFRENADAS.

Todas estas representaban la imagen de una sociedad DECADENTE E INMORAL. Estas celebraciones han existido en todas las décadas; la iglesia católica las tolero y las regularizo, fijándoles como fecha primero el año nuevo y luego el principio de la cuaresma.

Desde la antigüedad romana, hasta nuestros días, momo es presentado como un ser con figura de hombre:

OBESO Y GRASIENTO (representación de la gula)

SEMIDESNUDO (representación de la lujuria)

BORRACHO, CON UNA COPA EN LA MANO (representación de la embriaguez)

El carnaval se disfraza con la cara sutil de la fiesta infantil; participar en el, es rendir culto a MOLOC y a BAAL, o tal vez a SATURNO, por lo que esta fiesta esta negada para los cristianos, es abominación a Jehová y al DIOS todo poderoso.

1 de Pedro: 1:16

Porque escrito está: Sed santos, porque yo soy santo.

En su palabra, el señor nos dejo claras advertencias como:

2 de Corintios: 11:14

Y no es maravilla, porque el mismo Satanás se disfraza como ángel de luz.

Y firmes mandatos como en:

1 de Corintios: 6:17

Pero el que se une al Señor, un espíritu es con él.

A ti no te pueden obligar a llevar a tus hijos a las escuelas a participar de esta festividad.

Efesios: 5:6-7

6 Nadie os engañe con palabras vanas, porque por estas cosas viene la ira de Dios sobre los hijos de desobediencia.

7 No seáis, pues, partícipes con ellos.

Efesios: 5:11-13

11 Y no participéis en las obras infructuosas de las tinieblas, sino más bien reprendedlas;

12 porque vergonzoso es aun hablar de lo que ellos hacen en secreto.

13 Mas todas las cosas, cuando son puestas en evidencia por la luz, son hechas manifiestas; porque la luz es lo que manifiesta todo.

Y CRISTO dijo con relación a esto vosotros sois la sal de la tierra en:

Mateo5:13

Vosotros sois la sal de la tierra; pero si la sal se desvaneciere, ¿con qué será salada? No sirve más para nada, sino para ser echada fuera y hollada por los hombres.

Romanos: 12:9

El amor sea sin fingimiento. Aborreced lo malo, seguid lo bueno.

Nosotros como cristianos no podemos enviar a nuestros hijos con personas disfrazadas de duendes y de diablos sin pensar que no absorberán nada.


El carnaval

«El carnaval ha muerto; ha muerto, y no para resucitar como en otro tiempo resucitaba anualmente»,comienza Julio Caro Baroja su libro sobre el Carnaval. ¿Cómo ha muerto? La respuesta es contundente: Le ha matado el laicismo burocrático que lo regula todo «siguiendo criterios políticos y concejiles». De esta manera, el carnaval se ha transformado en una mera «diversión de casino pretencioso».

La tesis defendida por Baroja es bastante dura. Un diagnóstico lo suficientemente paradójico como para detenernos un momento en él. Basta con mirar a un lado y a otro, durante este mes de febrero, para comprobar que el Carnaval está tan presente o más que en cualquier otra época. El diagnóstico forense de Caro Baroja, parece contradicho empíricamente a las primeras de cambio. ¿A qué se referiría entonces?

Pero la cuestión es bastante más profunda que lo que pueda parecer a simple vista. Se refiere al Carnaval como una manera de vida, como una fiesta que refleja la estructura misma de la sociedad que lo celebra. Es esto lo que según el escritor vasco ha muerto. Y no sólo el Carnaval ha muerto, sino también todas aquellas fiestas tradicionales que respondían a las mismas necesidades y que formaban parte del mismo calendario emocional: el festivo.

El Carnaval tradicional, el Carnaval que recordamos sólo se entiende en relación con la Cuaresma. La Cuaresma viene primero en el sentido lógico, aunque en el cronológico es posterior. Sin la Cuaresma no se puede entender la existencia del Carnaval. En una sociedad laica como la nuestra, donde la Cuaresma ya no tiene sentido, ¿es posible que lo tenga el Carnaval? Ésta es la reflexión que le lleva a Baroja a concluir que el carnaval ha muerto.

Además de la contigüidad en el calendario, hay una relación dialéctica entre el Carnaval y la Cuaresma. La Cuaresma, para la cultura cristiana, conmemora los cuarenta días de penitencia de Jesús en el desierto. Por ello los cuarenta días que van desde el Miércoles de Ceniza, donde termina el Carnaval, y el Domingo de Ramos, donde comienza la Semana Santa, son días de ayuno y abstinencias. Donde el consumo de carne quedaba totalmente vedado o muy restringido.

El Carnaval fue una de las formas más contundentes y expresivas de la festividad en el pasado. Una fiesta en la que todos los miembros de la comunidad participaban de una u otra forma; todos eran actores y espectadores en las calles y en las plazas. Era una época de postulaciones, de disfraces grotescos, de figuras amables, de monstruos míticos, de monigotes enigmáticos, de canciones repetidas, de bailes alegres, de danzas rituales, de cortejos en un orden orden caótico, de carrozas adornadas, de comedias, de excesos, de abusos, de violencia.

El carnaval nos muestra en sus manifestaciones, en las vivas formas de expresión que han llegado hasta nosotros, un mundo de símbolos, de dobles lenguajes que no sabemos o no podemos interpretar; como mucho, intuir, Por eso no puede contemplarse sólo como folclore: el carnaval era expresión de unas creencias, de unas formas de vivir y de sentir, época de burlas, de mofas, de pensamientos soterrados, de crítica social, de inversión de categorías jerárquicas, de transgresión; pero también de preparación para la Cuaresma, para el ayuno, para la abstinencia, para el recogimiento, En su diversidad, pero también en su homogeneidad, en su complejidad, en su aparente contradicción, el Carnaval nos muestra el mundo, o mejor, una visión del mundo que emana de ese concepto, a veces tan etéreo, que llamamos cultura popular.

  • Teorías sobre su origen

Existen tres teorías o interpretaciones principales sobre Carnaval:

  1. La que ve en su celebración un rito agrario de fertilidad y de renovación, con raíces en los tiempos paganos.

  2. La que lo considera en plena concordancia con el ritual cristiano, en la que los excesos de se explicaban por la época de abstinencia que le seguía. Carnaval se derivaría por tanto, de una yuxtaposición y oposición a la Cuaresma. 

  3. Por último, la tesis que considera esta época como un tiempo de protestas, de crítica social, de ruptura, de mundo al revés.

Es probable que sea imposible adoptar un punto de vista monolítico, pues en el Carnaval confluyen, de una manera u otra, todos esos puntos de vista. Algo que da a la fiesta ese carácter especial por los múltiples significados que reúne en torno a ella. Es más, sugería y sugiere -de ahí su riqueza- cosas diferentes para personas distintas.

  • Significado etimológico

Parece que una de las etimologías más razonable de "Carnaval/Carnavales" nos acerca a una palabra que pretende designar los últimos días anteriores a la Cuaresma, es decir, a una época de ayunos y abstinencias. En definitiva venía a designar los últimos día en los que se podían comer platos de carne (carne vale). La palabra es un posible italianismo (Carnevale), pues la forma tradicional de denominar estos días en castellano era "Carnal", "Carnestolendas", más culta, o la más popular de "Antruejo" derivada de la voz "introitus", todas ellas recogidas en la literatura clásica y analizadas por Julio Caro Baroja en su obra El Carnaval

El Carnaval es entendido por contraposición como una etapa de excesos, de desatamiento de los sentidos, de preparación para la abstinencia que llega. La misma etimología del concepto de Carnaval hace alusión al hecho de abandono de la carne en el periodo que se avecina. Lo mismo ocurre con la de sus hermanos léxicos, Carnestolendas y Antruejo. Carnal es el periodo de la carne en todos los sentidos. Cuaresma el del ayuno. El festival de la carne está bien expresado en un antiguo proverbio de los guerreros cosacos. Para ellos, éstos son los tres máximos placeres del hombre de las estepas: cabalgar sobre la carne de sus prodigiosos caballos; comer carne y, finalmente, meter carne en la carne. He aquí el Carnaval en todo el esplendor material de su significado.

Carnaval y penitencia producen una dualidad entre un periodo festivo y alegre, y otro de renuncias, lleno de abstinencia y penurias. Es la dualidad clásica entre lo dionisiaco y lo apolíneo. Entre el orden y el descontrol. Entre la carnalidad y la espiritualidad.

Nadie como el Arcipreste de Hita en su Libro del Buen Amor, ha sabido retratar simbólicamente la dualidad existente entre el Carnaval y la Cuaresma. En La pelea que ovo Don Carnal con Doña Cuaresma, el Arcipreste presenta una batalla entre el ejército de Don Carnal, formado exclusivamente por productos cárnicos, y el de Doña Cuaresma, cuyo ejército procede de las fuerzas del mar. La victoria final de Doña Cuaresma y su ejército, simboliza el final del Carnaval y el comienzo del reinado de la abstinencia. El arcipreste, no podía ser de otro modo, hace prevalecer a la religiosidad frente al placer.

Desde este punto de vista, el Carnaval se puede entender como paréntesis en el orden social y moral. Como un periodo de trasgresión, en el que todos los placeres carnales tienen vía libre. Ésta es la manera como usualmente se ha interpretado el significado antropológico del Carnaval.

Pero hay otra manera de interpretarlo. Según esta interpretación, el Carnaval forma parte de la propia lógica del sistema para perseverar. Sería un instrumento de autorregulación y pervivencia. Se trataría, por tanto, de un período en el que el orden establecido aparece momentáneamente invertido, suspendido por unos días. Y, ¿con qué fin? Precisamente, para restablecerlo luego. Para que acabe venciendo el mismo orden social restaurado. Para que la comunidad se recupere a si misma en sus valores permanentes. Para reestablecer lo que desde Aristóteles se denomina eutaxia social, el orden correcto (de eu: bueno y, taxis: orden).

Ahora bien, ¿cuál es el orden bueno?. En los tiempos de Aristóteles, el de la polis, el de las saturnales, el propio de Roma, fuera cual fuera la época de su historia; el del catolicismo, el jerarquico medieval, el actual, el de los valores democráticos. Ninguno de estos órdenes, son totales. Ninguno de ellos ha eliminado el germen del conflicto en su seno. Todos requieren establecer, por tanto, válvulas de escape a las energías conflictivas. Esa sería una de las funciones antropológicas del carnaval.

Son, por tanto, mecanismo de regulación de las pasiones pare(mantener el buen orden social. Así vista la cuestión, hay una lógica inherente a las fiestas tradicionales de España. Como deja patente Caro Baroja, los ciclos festivos del periodo invernal oscilan entre lo dionisiaco y lo apolíneo, entre la alegría y el recogimiento. De esta manera, em ciclo del Carnaval, de car&aacutå;cter claramente dionisiaco, deja paso al ciclo de la Cuaresma, donde el recogimiento pasional es la norma. La Cuaresma deja el testigo, a su vez, a la Semana Santa, y ésta se ve relevada por las primeras fiestas primaverales, de carácter claramente jocundo, donde lo dionisiaco parece de nuevo triunfar. Éstas ultimas son las fiestas de mayo y San Juan, principalmente.

La marcha del calendario folclórico tradicional se correspondería, de esta manera, con un desenvolvimiento en el tiempo de las pasiones humanas, tendente al equilibrio.

«En la época cristiana, semejante asociación de actos antitéticos, tenía un significado profundo en la vida de los pueblos y los individuos. Cuando la unidad católica se desvanece, no sólo el Carnaval sino todas los demás viejas fiestas, tienden a desaparecer, a morir». Quizá ahora entendamos mejor qué quiso decir Caro Baroja con que el Carnaval había muerto.